Después de algo más de tres años sin coincidir
en directo con los Coronas, al fin llegó la ocasión de disfrutar
con su música y con su nuevo disco Adiós Sancho. La cita era en el
Corrillo y nada más llegar pudimos charlar con Fernando Pardo, cosa
harto fácil ya que es un tipo locuaz y entretenido. Y sin más
dilación entramos en la sala para coger un buen sitio en las filas
iniciales, porque estaba todo vendido y se preveía muchachada en
abundancia.
Como bien nos adelantaba Fernando Pardo
antes de entrar, los Coronas iban a tocar a pelo, con sonido directo
de los amplificadores sin pasar por mesas ni leches, cosa muy de
agradecer en pos del rock más auténtico, aunque a costa de nuestros
pobres oídos que sufrieron la compañía de un persistente pitido
durante varios días. Comenzaron desgranando uno tras otro los temas
de su último disco, lo cual hizo que la noche empezara a caldearse
al ritmo de composiciones creadas en honor y recuerdo de gentes tan
variopintas como los Ramones, Camarón de la Isla, Kraftwerk o la
movida madrileña. Entre canción y canción Fernando Pardo amenizaba
la sesión con anécdotas de su gira australiana que resultó ser
todo un éxito. Y una vez presentados los temas nuevos, vinieron los
ya clásicos temazos de sus discos anteriores que llegaron como un
ciclón, un torbellino musical que hizo subir aún más la elevada
temperatura de la sala, donde el aire acondicionado no era capaz de
enfriar a un público entregado con la banda. Mención especial para
Loza el batería, que se hizo todo el concierto de pie, cantó una
canción sobre una chica malísima a la que llamaban Hiedra Venenosa (gracias al Sr. DGM por la info y por el video) y no desfalleció pese a terminar
literalmente bañado en sudor. Y para acabar un noche espléndida, la
banda improvisó una sesión de pilates para que nos marcháramos a
casa bien relajados y satisfechos, no sin antes acercarnos a saludar
a la banda, hacernos unas cuantas fotos y comprar camiseta y disco
que fue amablemente autografiado para la posteridad.
Antes de finalizar,
no quiero dejar en el tintero un consejo que Fernando Pardo dio al
público asistente, y que no fue otro que el de apoyar con nuestra
presencia a las bandas locales y noveles, pues ellos son el futuro
del rock y sin nuestro empuje pueden quedarse por el camino y sólo mantenerse bandas viejas en acción, dejando un vacío difícil de
rellenar. Así lo haremos.