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jueves, 30 de mayo de 2013

Lecturas clandestinas

¿Quién me iba a decir a mí que después de ver cuarenta mil películas donde aparecen chavales leyendo a escondidas debajo de las sábanas iluminados por la tenue luz de una linterna, me iba a pasar algo parecido con casi cuarenta años?
Pues así es la vida, y aunque lo hago en plan moderno con un Kindle y una luz LED viene a ser más o menos lo mismo. Lo que hay que hacer para mantener esta afición, vicio o necesidad de lectura... Espero que mis pobres ojillos no sufran mucho.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Los Coronas 16 Mayo 2013 - Café Corrillo Salamanca


Después de algo más de tres años sin coincidir en directo con los Coronas, al fin llegó la ocasión de disfrutar con su música y con su nuevo disco Adiós Sancho. La cita era en el Corrillo y nada más llegar pudimos charlar con Fernando Pardo, cosa harto fácil ya que es un tipo locuaz y entretenido. Y sin más dilación entramos en la sala para coger un buen sitio en las filas iniciales, porque estaba todo vendido y se preveía muchachada en abundancia.
Como bien nos adelantaba Fernando Pardo antes de entrar, los Coronas iban a tocar a pelo, con sonido directo de los amplificadores sin pasar por mesas ni leches, cosa muy de agradecer en pos del rock más auténtico, aunque a costa de nuestros pobres oídos que sufrieron la compañía de un persistente pitido durante varios días. Comenzaron desgranando uno tras otro los temas de su último disco, lo cual hizo que la noche empezara a caldearse al ritmo de composiciones creadas en honor y recuerdo de gentes tan variopintas como los Ramones, Camarón de la Isla, Kraftwerk o la movida madrileña. Entre canción y canción Fernando Pardo amenizaba la sesión con anécdotas de su gira australiana que resultó ser todo un éxito. Y una vez presentados los temas nuevos, vinieron los ya clásicos temazos de sus discos anteriores que llegaron como un ciclón, un torbellino musical que hizo subir aún más la elevada temperatura de la sala, donde el aire acondicionado no era capaz de enfriar a un público entregado con la banda. Mención especial para Loza el batería, que se hizo todo el concierto de pie, cantó una canción sobre una chica malísima a la que llamaban Hiedra Venenosa (gracias al Sr. DGM por la info y por el video) y no desfalleció pese a terminar literalmente bañado en sudor. Y para acabar un noche espléndida, la banda improvisó una sesión de pilates para que nos marcháramos a casa bien relajados y satisfechos, no sin antes acercarnos a saludar a la banda, hacernos unas cuantas fotos y comprar camiseta y disco que fue amablemente autografiado para la posteridad. 
Antes de finalizar, no quiero dejar en el tintero un consejo que Fernando Pardo dio al público asistente, y que no fue otro que el de apoyar con nuestra presencia a las bandas locales y noveles, pues ellos son el futuro del rock y sin nuestro empuje pueden quedarse por el camino y sólo mantenerse bandas viejas en acción, dejando un vacío difícil de rellenar. Así lo haremos.

jueves, 9 de mayo de 2013

Sobre Alfredo Landa

Hoy nos ha dejado Alfredo Landa. Pese a la casi obligada inactividad del blog, no podía dejar pasar este momento y escribir unas lineas sobre este ilustre actor español. Pensaba recordar algunas de sus películas que me gustaron y llegaron hondo, pero son tantas y tan poco mi tiempo que quizá sea bueno dejarlo para otra ocasión. Me centraré en los sentimientos más cercanos y emotivos para no alargarme.
No puedo dejar de relacionar a Alfredo Landa con mi padre. Fue con él con el que de pequeño empezé a ver sus películas, y sus buenas recomendaciones, un similar humor y un cierto parecido físico enlazaron las dos figuras de manera inseparable en mi memoria. Bien es cierto que comencé por sus comedias de los años sesenta y setenta, españoladas las llaman, pero por aquel entonces cumplían a la perfección el cometido de echar unas risas en familia y pasarlo genial. Con el lazo ya establecido, después llegarían obras menos cómicas, más profundas y serias que acabarían por afianzar la relación. Como decía, son tantos los buenos personajes interpretados por Alfredo que me resultaría imposible quedarme con alguno. Pese a todo, destacaré a un mecánico madrileño que cogía su moto para pasar un puente en Torremolinos y que se encontraba con multitud de visicitudes en su camino. Cada vez que paso por la Mancha y cruzo un camino de cipreses que conduce al cementerio del pueblo se me encoge el corazón. Con toda seguridad no sea su mejor película pero me llegó muy hondo.
Hoy Alfredo ha dejado el mundo de los mortales para pasar a la inmortalidad, porque igual que disfruté de sus películas primero con mi padre y familia, espero hacerlo en el futuro con los dos pequeñajos que a día de hoy me roban horas de sueño, para que conozcan a este pedazo de actor navarro cuya muerte hoy me ha emocionado y por eso escribo estas palabras. Hasta siempre Alfredo y bienvenido a la inmortalidad que sólo se merecen los grandes hombres (aunque fueras bajito, cosa que no te impedía ligarte unas cuantas suecas ¡Ole!).