¿Quién me iba a decir a mí que después de ver cuarenta mil películas donde aparecen chavales leyendo a escondidas debajo de las sábanas iluminados por la tenue luz de una linterna, me iba a pasar algo parecido con casi cuarenta años?
Pues así es la vida, y aunque lo hago en plan moderno con un Kindle y una luz LED viene a ser más o menos lo mismo. Lo que hay que hacer para mantener esta afición, vicio o necesidad de lectura... Espero que mis pobres ojillos no sufran mucho.
cuando seas padre comerás huevos. Cuanta razón tiene el refranero popular.
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