Podrían decirse mil cosas sobre esos momentos especiales que quedan en el recuerdo gracias a la combinación de distintos motivos, todos ellos agradables. Cuando se juntan la buena compañía, el buen tiempo, una gran localización y un aderezo gastronómico, la situación sólo puede calificarse como un lujo.
Como por desgracia esto no ocurre a diario, cuando se presenta hay que aprovecharla al cien por cien y pensar en algo parecido a Carpe Diem. Y no es mala idea guardar un recuerdo fotográfico para traerla a nuestra memoria y recordarla con agrado cuando ya ha pasado y esperamos que acontezca la siguiente conjunción mágica.
1 comentario:
Y como un marqués, sí señor. Te mentiría si te dijera que no me da envidia, jejeje. ¡Qué lejos me queda todavía la playita!
Disfrútalo que luego se acaba rápido.
Saludos.
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