No los conocía, como tantas otras cosas del país vecino, y he aquí mi equivocación. No sé de donde proviene esta extendida ignorancia hacia nuestros compañeros de península pero es una realidad. Por lo menos nos queda el consuelo de contar entre los miembros de la banda conciertera al amigo Marco, que nos instruye cada vez que lo vemos con su saber sobre Portugal. Prometo seguir aumentando mi interés hacia el oeste peninsular en el futuro.
Y ya centrándonos en el evento musical, llegamos al Bar Hresso para disfrutar de los Dixie Boys, cuarteto cien por cien rockanrollero, que amenizó la noche dentro de la reunión de viejos tupés que había comenzado unas horas antes con un encuentro gastronómico al estilo de los años 50. Poco a poco el local se fue llenando de jóvenes y viejos amigos, que se saludaban efusivamente, algunos tras largo tiempo sin coincidir, hasta que llegó la hora de los Dixie, que desmenuzaron pieza por pieza su trabajo Mean Mean Gal y que pudimos adquirir autografiado al final del concierto. Buen conjunto al mejor estilo clásico, con contrabajo y guitara solista peleona y front man a la vieja usanza, que empezó trajeado y acabó en camiseta de tirantes debido al enorme calor que se fue acumulando en la sala. Buenísima conexión entre banda y público que no paraba de bailar y bailar. Mejor final de fiesta no pudo haber, con versiones del Johnny B. Goode y Folsom Prison Blues. ¿Qué más se puede decir?... ¿Cuándo nos juntamos otra vez?
Gracias al Señor DGM por su video del evento.
Gracias al Señor DGM por su video del evento.
2 comentarios:
Mooola! Buen rollo
Gracias por tu mención, Mr. Gibson. Poco te he podido instruir yo personalmente sobre Portugal, más bien lo que hayas leido en mi blog. Lo mio es ya una obsesión, toda obsesión es dañina, pero es que no me la puedo quitar de la cabeza.
Con respecto a este concierto, me arrepiento de no haber ido, y por supuesto, de haber faltado a la cena que seguro que fue de lo más pintoresca. ¡Un saludo, Mr. Gibson!
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