Atraído por el título, me he encontrado una novela negra aderezada con buenos ingredientes: un ex-poli bueno y malo a la vez como protagonista, el trasfondo misterioso del vudú y un escenario inquietante como es la isla de Haití. Con unos personajes muy bien construidos y unos ambientes mejor descritos, la historia te atrapa con una lectura amena, dirigiendo tus pasos tras las investigaciones de Max Mingus, un ex-policia metido a investigador privado huyendo de su pasado. Flirteando con lo paranormal por las callejuelas y malas carreteras de Haití, descubrirá una realidad más dura y terrible que los zombis que se esperaba encontrar, y el ron Barbancourt que si encontró y le dejó unas cuantas resacas para olvidar.
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