Mientras Escribo de Stephen King.

Como ya sabéis de otras ocasiones, no suelo releer libros. Este privilegio queda reservado para aquellos ejemplares que me gustaron mucho en su momento y quiero volver a disfrutar del buen recuerdo que me dejaron. Ahora mismo, y a salto de mata, sólo recuerdo la relectura del Drácula de Bram Stoker y del libro que hoy nos ocupa, algo más que una autobiografía de Stephen King.

Y digo más, porque aparte de contarnos sus orígenes tanto en la vida como de escritor, nos ofrece una clase magistral de como contar historias. 

No voy a negarlo, Stephen me cae muy bien. Con toda seguridad no le darán nunca el premio Nobel, pero sabe contar historias de las buenas. Aparte tiene un gusto musical muy acorde con el mío (Ramones, AC/DC, Led Zeppelin...), incluso toca la guitarra. Vamos, que somos almas gemelas (ya me gustaría a mí), aunque haya pasado también por épocas oscuras, como una larga etapa de alcoholismo que por suerte pudo superar.

De su biografía me llamó la atención que, como le pasó a Bram Stoker, estuviera enfermo de pequeño y que aprovechara el tiempo que estuvo encamado para leer mucho. De aquí viene uno de sus sabios consejos para futuros escritores: "leer mucho y escribir mucho". También me gustó mucho la génesis de Carrie, su primer éxito, y como surgió la idea que le llevó a escribirlo.

Otros consejos que da y que considero muy útiles son: no usar la voz pasiva ni los adverbios terminados en -mente y que no hay que revisar los textos escritos hasta seis meses después, aplicándoles la fórmula: 

2ª versión = 1ª versión - 10%. 

Anima a los escritores en ciernes a seguir con una idea aunque no haya ganas: "A veces se tiene la sensación de estar acumulando mierda, y al final sale algo bueno".  O compara la escritura con el agua necesaria para vivir:  "Escribir es mágico; es, en la misma medida que cualquier otra arte de creación, el agua de la vida. El agua es gratis. Conque bebe. Bebe y sacia tu sed". Aquí añado yo algo de mi cosecha: para casi todas las aficiones necesitarás comprar algo, equipo para practicar deporte, un instrumento musical para practicar... Sin embargo para escribir sólo necesitarás lápiz y papel, bien barato.

Acaba el libro narrando el accidente de tráfico que casi se lo lleva de este mundo (fue atropellado por una furgoneta), y de como fue recuperándose y volviendo a escribir aunque estaba bastante maltrecho. Ahí se dio cuenta de lo que le gustaba en verdad de este mundo. Y a mí me gusta no haberme equivocado con esta relectura que os recomiendo a todos los que habéis sentido en alguna ocasión el gusanillo de escribir y os faltaba un empujón para lanzaros. Aquí lo tenéis.