En estas novelas actúa como un marcador más que fiable para detectar que algo maligno está aflorando a la superficie. En primer lugar su canto y despues su agrupación en torno a lugares que en un principio eran normales y tras su aparición se convierten en lugares malditos.
Es una especie en la que abunda una gran variedad de clases, que se reparten por todo el mundo menos en la Antártida. Una de las que más me ha llamado la atención por su nombre es el Chotacabras Préstame-tu-cuchillo.
Aquí va un pequeño fragmento de El Horror de Dunwich, donde se hace mención a los protagonistas de hoy en el blog:
En la primavera que siguió a las obras el viejo Whateley advirtió el crecido número de chotacabras que, procedentes del barranco de Cold Spring, acudían por las noches a chillar bajo su ventana. Whateley atribuyó a la presencia de tales pájaros un significado especial y un día dijo en la tienda de Osborn que creía cercano su fin.
—Ahora chirrían al ritmo de mi respiración —dijo—, así que deben estar ya al acecho para lanzarse sobre mi alma. Saben que pronto va a abandonarme y no quieren dejarla escapar. Cuando haya muerto sabréis si lo consiguieron o no. Caso de conseguirlo, no cesarían de chirriar y proferir risotadas hasta el amanecer; de lo contrario se callarán. Los espero a ellos y a las almas que atrapan pues si quieren mi alma les va a costar lo suyo.
1 comentario:
Muy buena referencia, sacar a la luz al chotacabras. Y hablando de temas de terror...para cuando un espacio en el blog para el chupacabras? Hemos reflexionado sobre todos los usos de la "cabra", el tío cabra, el chuli, el pali y el cabra, hacer el cabra...?
Misserre.
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