Enésimo intento de demostrar y divulgar que los Protocolos de los Sabios de Sión son un invento y una patraña, esta vez a cargo de Will Eisner, que por lo que he leído es uno de los grandes del cómic. Además el tema le toca de cerca por su origen judío.
Por lo que parece y según nos cuenta el autor en una de sus viñetas, nos encontramos ante "un vampiro que no morirá", ya que los Protocolos parecen resurgir cada cierto tiempo a lo largo y ancho del mundo a pesar de todas las investigaciones que denuncian su falsedad. Y es que el pueblo judío parece haber sido visto por buenos ojos sólo por su Dios, porque por lo demás ha sido pisoteado y vapuleado por todas las culturas y en todas las épocas hasta la actualidad. No sé cual es la razón pero es un hecho.
El tema me pilla un poco saturado pues conocía bien la historia tras leer El Cementerio de Praga de Umberto Eco, buen conocedor de los Protocolos y que por cierto prologa esta edición.
En cuanto a los dibujos, me he fijado en como Eisner suele pintar los escenarios y los fondos al estilo acuarela, sin definir los trazos, dejando estos para los personajes principales y los primeros planos que sí están bien destacados. Comentar que el cómic es una buena herramienta de denuncia y divulgación como es este el caso.
Y para terminar, reproduzco una frase que aparece al principio de la obra y que da mucho que pensar:
"Cuando a un grupo de gente se el enseña a odiar a otro, se inventa una mentira para exacerbar el odio y justificar la conspiración.
Se trata de un objetivo fácil, porque el enemigo siempre es el otro."
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