El Ritual del Verano no ha acabado todavía.

El trabajo aún no ha concluido. Esta noche, en el preciso instante en que las campanadas anuncien la medianoche, tendrá lugar la segunda parte del ritual. En muchos lugares afirmarán que tienen la clave para llevarlo a cabo, pero sólo conseguirán ser simples y burdas parodias bajo el nombre cristianizado de San Juán. Además, ellos no conocen el único escenario donde debe ser llevado a cabo. Sólo el Maestro Oficiante tiene la capacidad de discernir el punto exacto donde los habitantes de la oscuridad intentarán salir de sus guaridas.

De nuevo, el fuego purificador será nuestra mejor arma para echar atrás a la perdición de la humanidad. Acompañado de los cánticos necesarios, las llamas bailarán a nuestro ritmo, cegando y destruyendo a cualquier criatura oscura que se atreva a llegar a nuestro mundo.
Debido a la naturaleza cambiante del lugar del ritual, puede que en alguna ocasión éste aparezca en lugares remotos y apartados, haciendo más fácil el desarrollo de la ceremonia. Sin embargo en ocasiones, el emplazamiento coincide con alguna agitada reunión popular, en cuyo caso habrá que tomar las medidas de distracción oportunas.