Smithwicks, la más antigua de Irlanda.

No solo de Guinness vive el cervecero, he aquí la prueba. Un gran descubrimiento al llegar a Irlanda hace unos años y entrar al primer pub que se puso a tiro.
Buscando nuevas marcas que probar, vi el grifo de Smithwicks y me lancé al camarero a pedirle una pinta de smiz uiks, o algo así pronuncié en mi inglés de Garrytown. El camarero puso cara de no saber de que hablaba y no me quedó otra que usar el arma internacional que nunca falla, señalarle con el dedo el grifo. Entonces el dijo: Ah, quisiste decir smitiks y me la sirvió. (No fuí capaz de pronunciar bien la dichosa palabra todas las veces que la pedí). Allí estaba al fin, rojita, brillante, a esa temperatura ideal a la que sirven las Ales británicas, y lo mejor vino al probarla, que buena: refrescante, ligero amargor y poco gas, que pasa la garganta sin sentir.

Unos días después vimos en Kilkenny la destilería. Dicen que es la más antigua de Irlanda todavía en funcionamiento. Ahora pertenece a la todopoderosa Guinness, que la exporta a Estados Unidos, no estaría mal que la trajeran también aquí, aunque estas cervezas no suelen gustar mucho por aquí.
Si vuelvo a Irlanda o vais vosotros no dudeis en probarla que os dejará un buen recuerdo en vuestros sedientos gaznates.