Hace muchos, muchos años, pasé un verano junto al mar. Solíamos pasar los domingos enteros en la playa y a mí, hombre de secano castellano, se me hacían aburridos e interminables. Gracias a Dios vino a verme Gabriel en forma de colección de bolsillo, que me hizo más amenos aquellos domingos durante los que leí esta gran obra.
Realismo fantástico creo que es la etiqueta que le han dado, y me parece muy bien. Describe a la perfección esa mezcla de narración costumbrista mezclada con toques de fantasía en forma de fantasmas y apariciones varias.
Pasarán ante ti varias generaciones de los Buendía, actuando en el escenario elegido de Macondo, con los avatares propios de la época y otros más extraños que le dan ese toque mágico.
Es aconsejable leerla en el más breve periodo de tiempo y sin largas pausas entre lecturas, ya que si no es posible que se líen con tantos Buendía, muchos de ellos se llaman igual (Aurelianos y demás) y se pierda un poco el hilo de la novela.
Pasarán ante ti varias generaciones de los Buendía, actuando en el escenario elegido de Macondo, con los avatares propios de la época y otros más extraños que le dan ese toque mágico.
Es aconsejable leerla en el más breve periodo de tiempo y sin largas pausas entre lecturas, ya que si no es posible que se líen con tantos Buendía, muchos de ellos se llaman igual (Aurelianos y demás) y se pierda un poco el hilo de la novela.
2 comentarios:
A pesar de las críticas que pueda recibir para mi fue cien años de aburimiento...
Seguro que fue porque no seguiste las pautas recomendadas. Te invito a que la leas de nuevo con una visión más abierta.
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