Cuando vi el cartel del festival de este año y Eric Burdon estaba en lo más alto de él, un sentimiento de alegria y respeto se adueño de mí. Tenía que ir como fuera a ver a aquel hombre al que llevaba tantos años admirando y comprobar si era de carne y hueso o una idealización mía. Desde que de niño escuché cantarle a la casa del sol naciente, y después seguirle con sus Animals, hubiera sido muy duro no haber podido estar frente a frente a este mito del rock and roll. Por suerte pudo ser y ya tengo cumplido otro de mis deseos musicales para esta vida.
Para algún despistado, el señor Burdon podría haber pasado por un jubilado inglés en Benidorm, pero el error se subsana pronto cuando nos olvidamos de su impedimenta y él abre la boca y se pone a cantar con esa voz que sólo el tiene y que, aunque hayan pasado cincuenta años o más, se sigue manteniendo melodiosa, potente e inconfundible como cuando tenía el pelo negro y peinado con flequillo. Fue intercalando temas nuevos y clásicos para deleite del público y mio propio que me lo pasé como un enano. No estaba sólo Mr. Burdon esta noche, le acompañaba una pedazo de banda con dos percusionistas, dos guitarristas y dos pianistas, todo doble salvo el bajista.
Un gran espectáculo que sólo se vio empañado por un altercado producido por la que supongo es manager del cantante, que estuvo a punto de cortar el concierto porque vio en la grada a un espectador grabando en video el show. Se preparó una buena y menos mal que el concierto siguió, porque si lo llega a parar sí que se hubiera montado una de las buenas. Es cierto que en la entrada (y en todos los conciertos) pone que no se puede grabar ni hacer fotos, pero los tiempos han cambiado y hoy día el más simple dispositivo móvil te graba y te hace virguerias. No se puede entender esta actitud porque igual que grababa ese espectador, había otros tantos haciendo lo mismo y quinientos mil mas haciendo fotos sin ningún problema. En fin, cómo me acordé del ausente en esta ocasión Señor DGM, siempre con su cámara en ristre para inmortalizar el momento sin ningún afán de lucro ni comercial. ¿Qué habría pasado...?
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