Buscando un primer paso para adentrarme
en el mundo de las motos de categoría, encontré este librito en la
biblioteca del barrio. Pensaba que me sería útil como introducción
en este tema como lo han sido en el pasado otros sobre vikingos y
demás. Sin embargo no ha sido así, y el hecho de que aparezca en el
blog es para comentar unas cuantas curiosidades que me han resultado
bastante divertidas o anecdóticas.
Empezaré por el lugar donde lo
encontré: la biblioteca del barrio como he dicho antes, pero lo
curioso viene porque estaba en la sección infantil. No es que yo sea
un moralista, pero viendo la portada y algunas páginas del interior
sólo puedo pensar que la biblioteca es muy grande y con muchos
departamentos como para que la pongan en la zona infantil.
Y en cuanto al contenido, poca cosa que
sacar en claro porque es un libro mal traducido y muy desordenado,
con el único aliciente de tener un montón de fotografías de motos
de todas las épocas (las de chicas ligeras de ropa son bastante
cutres). Destacar los orígenes de la marca en Milwaukee (Wisconsin)
a manos de Arthur Davidson y William S. Harley, el empuje que
consiguieron al vender sus motos a la policía y al ejército, su
competencia con la marca Indian... Elogios cromados de la pereza
preparados para customizar a gusto del propietario es una buena
definición para estas motos, que han contado con dueños tan famosos
como Bill Gibbons de ZZ Top por poner un ejemplo, que posee un modelo
muy peculiar llamado Hogzzilla. Y para acabar, una frase extraída
del libro por su peculiaridad: “Un biker no concibe su universo
sin su moto, su cerveza favorita y su novia”, toda una
declaración de intenciones de lo más respetable.
Seguiremos buscando una mejor manera de
conocer más acerca de estas máquinas tan deseables y elegantes,
cuyos motores rugen de una manera tan característica y agradable
para nuestros oídos.
1 comentario:
Hace años que leo habitualmente revistas de motos, aunque en realidad son más revistas de moteros que de motos...con esas "jamelgas" casi desnudas, y no me refiero a las motos jeje.
En cualquier caso es una filosofía muy particular y personal...y oye, mientras no molestes a nadie me parece bien. Los moteros tienen mala fama, a veces merecida, pero en muchas ocasiones no lo es.
Seguro que el libro está interesante.
Saludos
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