Y de nuevo partimos atraídos por la llamada del blues. Atravesando la zona fría de Topas en mitad de la noche para compartir nuestro tiempo con Rockin' Johnny "The New King of the West Side Chicago Blues" acompañado de Quique Gómez y su banda. A mí que soy un ignorante, este apelativo me deja igual que estaba porque no tengo ni idea de lo que se cuece por Chicago, pero si a uno lo nombran rey de algo supongo que será que se lo merece (menos al del pollo frito que aquello fue un bulo de tomo y lomo).
Y sí que tocaba bien Johnny, y Quique y su banda. Buen repertorio de temas, unos más puros, otros más jazzy y otros más rockeros. Todo buenos ingredientes para una buena velada pero algo me pasó, y creo que al público también, que nos dejó un poco parados. Hubo un cortocircuito entre la banda y el público, que no llegaron a conectar como en otras ocasiones. No es nada achacable a los músicos ni al público, que buena parte era conocido de Quique Gómez, lo cierto es que se echaron de menos imágenes corrientes al final del concierto, cuando es normal ver gente acercarse a hablar con los músicos, comprar sus Cds o hacerse alguna foto con ellos. Pues nada de esto ocurrió.
Incluso yo no sé explicar que me pasó porque estaba totalmente desganado. Quizá fue que el show empezó una hora después de lo publicitado y el público se entretuvo en refrescar el gaznate con la consiguiente subida alcohólica al cerebro, que hizo a algunos confundir a Rockin' Johnny con los Leño pidiendo el Maneras de Vivir. En fin, que la zona fría nos dejó un poco helados.
Gracias la Señor DGM por el video y la compañía en una nueva aventura zamorana.