Al igual que otros compinches salvados de sus vidas pecaminosas por Johnny Cash o Hank Williams, a mi me salvó Loquillo, y ya van dos veces. Quizá mi vida no sea tan pecaminosa como las de los citados anteriormente, pero he agarrado fuerte la mano tendida del Loco como si las llamas del infierno estuvieran cocinando ya mi trasero a la brasa. Hace un par de años me sacó de un buen bache y ahora vuelve a sacarme de otro mayor. ¡Gracias por tu rock and roll!
En las siguiente tres canciones cantadas por él, se narran bastante fielmente los hechos que me hicieron morder el asfalto pero no consiguieron doblegar mi espíritu. Sigo adelante, tocado pero no hundido, apoyándome en un par de muletas, en la mujer que más quiero y en la palabra más pronunciada a mi alrededor ultimamente: ¡paciencia!
5 comentarios:
Ánimo colega. Salud y R´n´R. La cosa está jodida pero hay que seguir adelante. Fuerte abrazo.
P.D: esa colección de guitarras está de lujo ; ) yo desgraciadamente me veo obligado a vender la mía en breve : (((
Qué alegría saber de ti después de tanto tiempo. Gracias por los ánimos y te doy un consejo: no vendas la guitarra porque te arrepentirás.
Sea lo que sea, ánimo y fuerza.
La música siempre regala momentos, ayuda a cicatrizar y es compañera fiel, como lo serán tus muletas un tiempo, pero sí, salud y rock n'roll!
Ánimo bribón, baches temporales. Se oye comentar a las gentes del lugar..... que los rockers han vuelto a la ciudad. Aupa.
Gracias señores. Sus palabras de ánimo no caen en saco roto. ¡¡¡Salud!!!
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