Tercera ocasión que tengo oportunidad de disfrutar con el directo de Ñaco Goñi y por tercera vez también que viene con distinto acompañante guitarrero. Si la primera vez fue con el gran Stevie Zee, la segunda con Kapo Alburquerque, el pasado 26 de Noviembre fue con el gallego Xulián Freire, al que pudimos ver en La Cueva del Jazz cantándose una de Howlin’ Wolf que también repitió en el Corrillo.
Un Corrillo que estaba lleno casi hasta
los topes. Cosa buena por un lado porque hace que crezcan los ánimos
para seguir programando música en directo, y mala por otro porque
tanto público aumenta el murmullo de la sala y hace que no se
aprecien detalles de los músicos, como nos pasó al Señor DGM y un
servidor, que tuvimos que acomodarnos al final de la sala sufriendo
las conversaciones del gallinero que nos rodeaba. Por suerte, el
concierto se alargó bastante y en la parte final buena parte del
público se fue a su casita y pudimos disfrutar de esa última parte
a nuestras anchas.
Subieron al escenario los locales Juan
Albo y Santi Tamariz, que acompañaron a Ñaco con la guitarra
mientras Xulián ponía sus manos al servicio del piano. Bromeaba Ñaco
con él diciendo que sólo llevaba seis meses tocándolo. Y será
algo más porque no lo hacía nada mal.
Durante dos horas y media larga, con
intermedio incluido para regocijo de los fumadores, interpretaron
grandes clásicos del blues y cuando ya pensábamos que nos íbamos a
marchar sin oír cantar a Ñaco, éste se arrancó con una de sus
gloriosas letras canallas, alabando al diablo que habita en su interior. Después
pudimos compartir charla y frío, pues estaba medio nevando aquella
noche, con el Sargento, bajista de pro, que nos comentó sus
vicisitudes internaúticas y sus encuentros y desavenencias con la
policía madrileña. Todo un lujazo muy ameno y divertido.
Y ya sin más, esperar a una nueva
ocasión para compartir nuestro tiempo con quizás el mejor
armonicista del país, curtido como él sólo sabe noche tras noche
de blues, y al que da igual quien acompañe, pues todos sus shows
merecen mucho la pena, tanto como ver sus ojillos y su sonrisa
picarona, toda una declaración de intenciones.
Y por supuesto, gracias como siempre al Señor DGM Scylvendio por el video.
Espectacular Ñaco y sus colegas!! Gracias por subir el video ; )
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