No tengo ninguna duda en recomendar la subida al Empire y afirmo tajantemente que fue una de las experiencias newyorkinas que más me gustó.
Tuvimos suerte de no encontrar mucha cola cuando fuimos porque el lugar está preparado para recibir a multitud de personas a la vez. Además conviene realizar la visita un poco antes del atardecer para ver como se pone el sol y se va iluminando la ciudad.
Si hago una lista con todo lo que se ve desde allí no acabo. Destacar la vista sur con el espacio vacío que dejaron las Torres Gemelas, el edificio Flatiron, la Estatua de la Libertad muy pequeña. En el Norte se ve la larga linea que forma la Quinta Avenida llegando hasta Central Park y más allá. El Edificio Chrysler en el Noreste...
Le cogí cariño al Empire y cada vez que lo veía desde otra parte de la ciudad una sensación de bienestar me llenaba. Igual de impresionante era verle cambiar de color al iluminarlo por la noche. Ahora rojo, ahora verde, ahora azul...
Si hago una lista con todo lo que se ve desde allí no acabo. Destacar la vista sur con el espacio vacío que dejaron las Torres Gemelas, el edificio Flatiron, la Estatua de la Libertad muy pequeña. En el Norte se ve la larga linea que forma la Quinta Avenida llegando hasta Central Park y más allá. El Edificio Chrysler en el Noreste...
Le cogí cariño al Empire y cada vez que lo veía desde otra parte de la ciudad una sensación de bienestar me llenaba. Igual de impresionante era verle cambiar de color al iluminarlo por la noche. Ahora rojo, ahora verde, ahora azul...
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