Para este año que ahora comienza, sólo pido que no sea tan malo como sus predecesores pares 2014 y 2016, que fueron nefastos para mi persona.
Por lo demás, que vengan nuevos retos que me motiven y ya por pedir, a ver si acabo de una vez alguno de los extensos proyectos literarios en los que ando metido.
Y como no hay manera de que nos toque la lotería, pues salud para poder con todo y más.
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Aprieta la tecla, que no da calambre.