Despistado como un novato me introduzco
de nuevo en el universo Abercrombie. Camino despacio y con tiento en busca
de referencias a las que asirme y abandonar mi inseguridad. Por suerte, poco a
poco este sentimiento va desapareciendo. Me encuentro en el Norte y
allí tengo viejos amigos... y enemigos.
Vamos al encuentro de una cita que dejará
atrás todas las escaramuzas, la madre de todas las batallas que
dirima por fin quién es el que manda en estas tierras. Ambos bandos se
acercan al punto convenido, unas piedras ancestrales que los atraen
como un imán y que desde tiempo inmemorial son conocidas como los
Héroes. Los guerreros más veteranos, aquellos que incluso son
ya protagonistas en las canciones, saben que ha llegado la hora de
la verdad y por ello se preparan con sus miedos y sus manías. Los más
jóvenes e inexpertos buscan la gloria y la inmortalidad sin saber
que su ignorancia les impide ver que tendrán que pagar un precio por
ello, un precio muy alto para la mayoría.
Y una vez producido el encuentro, la
magia de las letras que tan bien maneja Abercrombie nos hará viajar
de bando a bando siguiendo el camino que marca la muerte eligiendo a
los que se llevará de vuelta al barro para siempre. Héroe contra
héroe se buscarán en el fragor de la batalla, quitándose del medio
a todo aquel estorbo que se cruce en su camino, buscando un rival que
esté a la altura de sus capacidades, blandiendo su espada,
levantando su hacha en una lucha por la vida, por la victoria y la
gloria, y por formar parte de la inmortalidad que sólo dan los
versos de las canciones. Pero no sólo se lucha en el campo de
batalla, un poco más allá, alejados del peligro de las flechas y
del cuerpo a cuerpo, los altos mandos también guerrean en una lucha
diferente. Aparte de los enemigos del otro bando también tienen
enemigos en el suyo propio, donde las rivalidades internas y los
piques por llevarse la gloria se llevarán por delante la vida de
muchos guerreros anónimos siguiendo órdenes absurdas o equivocadas.
Como no podía ser de otra forma porque
es un caballo ganador, Abercrombie ha logrado de nuevo encandilarme
con otro de sus libros, consiguiendo llegar al 100% de satisfacción con
su bibliografía. Creando nuevos personajes y retomando otros ya
conocidos, del que destaco en esta obra a Bremer dan Gorst, famoso
espadachín venido a menos, sigue mostrándonos la historia del
Círculo del Mundo. Es tan inmenso el número de personajes que se
hace necesario un elenco en la previa del libro para tener una guía
de referencia y no perdernos en las innumerables idas y venidas que
recorreremos entre los distintos escenarios que tan bien nos plantea
el autor: el ordenado y jerarquizado bando de la Unión, aunque no
sea oro todo lo que le reluce, y el rural y tradicional Norte, donde
los apodos se los gana uno por sus hazañas. (Por cierto, el capítulo
dedicado a los apodos del Norte no tiene desperdicio). Y lo mejor de
todo es que esto no acaba. Nuevos círculos se abren y todavía
quedan muchas cuentas por saldar, por lo que ya llevo un tiempo
oyendo la llamada de las Tierras Rojas, una llamada que cada vez me
cuesta más no seguir...
Me encanta el autor =)
ResponderEliminarJusto acabo de sortear este libro en el blog. Debería ser más conocido, merece la pena leerle.
Besotes
Me alegro de que lo hayas disfrutado. Yo ya estoy inmerso en la lectura de "Tierras Rojas", de nuevo al reencuentro del añorado Norte y de sus rocosos habitantes.
ResponderEliminarSalud!