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viernes, 5 de abril de 2013

Sangre en la Calle del Turco de José Calvo Poyato

Excelente manera de conocer un periodo de la historia del que no tenía ni idea, ya que en la etapa escolar llegaba junio antes de terminar el temario, así que con esta novela me quito una espinita y ya puedo opinar algo más del Sexenio Democrático. Por decir algo a mi favor, comentar que por lo menos del General Serrano sabía algunas cosillas que me comentaba mi abuelo, puesto que este personaje tenía alguna relación con su pueblo. De todas formas, la conclusión más importante de estas confidencias es haberme dado cuenta de que hay una historia que no cuentan los libros, o por lo menos los oficiales, y que merece tanto o más la pena ser conocida, aunque resulte más difícil llegar a ella. Y del autor, decir que de él leí en la etapa antebloguiana La Orden Negra, de la cual no tengo apenas ningún recuerdo, razón esta que propició entre otras cosas el nacimiento de este blog para subsanar estos desagradables olvidos.
A través del joven periodista Fernando Besora, conoceremos la vida y costumbres del Madrid decimonónico más castizo en el que transcurren los acontecimientos en torno al General Prim y su asesinato. Un protagonista que cae bien desde el principio por su modo de vida y su noble carácter, que contrasta con todas las intrigas, traiciones y gentuza con las que les tocará tratar. Aficionado a la cerveza, aunque no rechazará un buen aguardiente ni un buen chocolate con churros para llevar con un poco más de entereza las largas horas de trabajo que se verá obligado a acometer para cubrir todos los asuntos que se trae entre manos. Porque no solo del General Prim tratan estas lineas, sino que hay varias historias paralelas, algunas bastante truculentas, que suman muchos más alicientes a la trama principal, con unos personajes que se verán arrastrados sin remedio por los importantes acontecimientos históricos que confluyen en este periodo del siglo XIX.
Aunque tengo la impresión de ser un poco repetitivo, de nuevo sale a colación el tema del politiqueo y todas sus malas artes, del que este libro es un buen ejemplo para no seguir por si algún político actual da la casualidad de que lo lee, dado el origen y profesión del autor. Como curiosidad comentar la alusión al restaurante Lhardy, que conocía gracias a Arturo Pérez-Reverte y sus artículos en un conocido dominical.
De nuevo dar las gracias a Salamancapasoapaso.blogspot.com por la recomendación, que ahora hago yo extensible por estos lares.

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