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lunes, 1 de abril de 2013

Los HIjos de la Tierra 2: El Valle de los Caballos de Jean M. Auel

La continuación del Clan del Oso Cavernario (ver enlace), comienza recordando la anterior entrega mientras nuestra protagonista viaja en busca de su destino, siempre atenta a las señales de su tótem, de cuya interpretación sacará muchas conclusiones que le ayudarán en su particular diáspora. A esta historia principal se sumarán otras protagonizadas por otros personajes que en algún momento confluirán y se convertirán en una sola.
Si bien el primer libro me agradó notablemente, este segundo se hace excesivamente pesado debido al gran número de detalles y de descripciones de la vida cotidiana de los personajes, de sus descubrimientos y de las experiencias que van encontrando en sus respectivos viajes. En muchas ocasiones, más que una novela parece un manual de supervivencia o un libro de instrucciones para la vida en la naturaleza. Sí destaco el valor iniciático y de aprendizaje que estos viajes conllevan, y si es cierto que aquellas gentes de hace tanto tiempo los realizaban como costumbre en su juventud, es una cualidad que no deberíamos olvidar y seguir llevándola a cabo en nuestros días, ya que son muy fructíferos en cuanto a adquisición de vivencias y conocimientos. Otro motivo que conduce al estancamiento de la trama es que el ansiado y siempre latente encuentro entre personajes se va demorando y demorando, lo cual hace que el ritmo disminuya y se vea interrumpido de forma constante por
otros acontecimientos paralelos. Bien es cierto que una vez que se acerca el encuentro, la trama renace y los giros y cambios se multiplican dándole otro valor al libro, aunque quizás sea ya tarde para muchos lectores que hayan abandonando la lectura como fue mi caso pese a retomarla más tarde. Otros valores positivos que podemos destacar son las muestras de choque cultural entre distintos grupos de humanos cuando se reúnen, y la fragilidad humana frente a las fuerzas de la naturaleza, donde cualquier fallo o exceso de confianza puede resultar fatal.
Este libro tiene ya unos años y desconozco si en el momento de su publicación hubo tanto revuelo como en la época actual con libros tipo Cincuenta Sombras y similares (que no he leído ni leeré) por su alto contenido sexual, porque sobre todo al final de esta historia la sexualidad y sus experiencias toman un protagonismo nada despreciable.
En cuanto al experimento de lectura conjunta con Mrs. Gibson realizado durante el primer libro, destacar que en este segundo fue un fracaso porque un servidor abandonó la lectura en el periodo de estancamiento que comentaba antes y que me costó mucho retomar. Dudo que por el momento volvamos a plantearlo porque ninguno de los dos leeremos la tercera parte en las próximas fechas debido a diversos motivos que pronto conoceréis.

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