Al volver a casa unos días después,
una sensación latente de vacío, de falta de algo comienza a tomar
forma. Me siento atrapado sobre tierra firme y echo de menos la
libertad del mar. Esta sensación se acrecienta si sopla viento del
oeste, que trae hasta mi casa el aroma del mar pese a estar a más de trescientos kilómetros de
distancia.
Mi cuerpo tonificado me pide ejercicio
y actividad, y ya que no va a poder ser sobre una tabla de surf, lo
engañaré de la mejor manera posible con otro tipo de ejercicio que
nos ayude a superar el mono de olas. Veo en el telediario a Kelly Slater, uno de los surfers más laureados de todos los tiempos, que sigue ganando campeonatos a sus cuarenta años. Esto anima.
Se va a hacer largo el largo
periodo de secano que nos viene por delante, pero siempre nos quedará
el recuerdo de la semana que pasamos en Asturias disfrutando de su
gastronomía, de sus gentes y sobre todo del surf. ¡Volveré!
La nostalgia que producen los buenos recuerdos...a mi me pasa cuando recuerdo mis cabalgadas con mi tabla y buen viento. Ojalá sea capaz de volver a cabalgar las olas de nuevo.
ResponderEliminarSeguro que el tiempo te llevará de nuevo a la costa.
Fuerte abrazo y R&R