A pocos minutos de finalizar mi trigésimo séptimo día del nombre, encuentro un instante de paz que me invita a reflexionar sobre un par de cuestiones. Va pasando el tiempo y mis intereses van cambiando. Ya no poseo caballo ni porto espada, pero sigo fiel a mi estandarte y que no se atreva ningún osado a malinterpretar mi falta de cabello como un signo de debilidad, pues sus huesos serán testigos del valor que todavía me llena.
Atrás quedaron duras batallas y luchas internas, pues era menester crearse un porvenir y una posición que respetar. Logrado esto en gran parte, hoy me debo a mi noble y bella esposa y al vivaz vástago que continuará mi estirpe. A ellos doy gracias por estar a mi lado y ruego por mi honor que veamos juntos muchos más días del nombre en paz, armonía y plenos de amor.
¡FUERZA Y HONOR!
Tu princesa Khaleesi y tu pequeño lobezno huargo te felicitan en el dia de tu nombre, que no es el día de tu santo sino de tu cumpeaños, besos y a celebrarlo!
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