Páginas

lunes, 29 de marzo de 2010

Sobre lo Humano, lo Divino y lo Animal.


Hace mucho tiempo, la Divinidad se dignó a poner los pies en la tierra para ayudar a una especie animal que comenzaba a despuntar. Nos ofreció un regalo que se llamó eslabón perdido, alma o chispa divina y que separó nuestro camino evolutivo del resto de las demás especies. Nuestros ancestros dejaron constancia de este episodio a su manera: construcciones megalíticas, pinturas rupestres y ritos no siempre fáciles de comprender. 
Años y más años pasaron y la historia original se desvirtuó y dividió en múltiples religiones y creencias poco tolerantes con sus rivales. La posesión de la verdad absoluta se convirtió en un poder tan deseado que desembocó en innumerables guerras que por desgracia llegan hasta nuestros días. Lo que en un principio fue pensado para separarnos de los animales, nos volvió a llevar a ellos despertando nuestros instintos más bajos de lucha y supervivencia. 
Y así nos encontramos unos cuantos milenios después. Sin saber muy bien lo que pasó, si hay un solo Dios o varios, si es malvado o benevolente y más cerca de nuestros instintos animales que de nuestra capacidad intelectual. ¿Quienes somos, de dónde venimos, a dónde vamos? La pregunta sigue vigente.

1 comentario:

  1. Buena reflexión. Sencilla y lúcida.

    Lo cierto es que cada vez tenemos más conocimiento sobre lo que somos y nuestro entorno; nos acercamos cada vez más a los entresijos que han devaneado al hombre desde que todo empezó pero, de alguna manera, las grandes incógnitas siguen todavía vigentes.
    Y la sensación de que aún hay algo que se nos escapa...

    Quizá lo mejor sea no hacerse demasiadas preguntas y tomarnos la vida como un milagro accidental.

    En cualquier caso siempre quedará lo que solía decir aquel comentarista: "Porque la vida puede ser maravillosa".

    P.D: Por cierto, ¿Que significa la puerta en la secuencia de 2001?¿Son Siniestro Total el eslabón perdido?
    Tantas y tantas preguntas sin respuesta...

    ResponderEliminar

Aprieta la tecla, que no da calambre.