Canción de Hielo y Fuego 4: Festín de Cuervos de George R. R. Martin.

Demasiado tiempo entre leones no es bueno. Menos mal que cada vez hay menos y espero que disminuyan más en breve, además que hay un par de ellos que no me caen tan mal. Uno pequeñito ya se había ganado mi afecto y el otro pobre que se quedó manquito lo está logrando poco a poco. Al fin y al cabo, no es demasiado alto el precio de una mano para recuperar algo de su honor.

He visitado las tierras del sur y alguna ciudad desconocida, entablando conversación con personajes nuevos y con otros que ya conocía pero cambiaron su nombre. Pero he de reconocer que echo de menos el Muro y sus historias mágicas hechas realidad, y que no me gusta nada el olor a pescado de otra banda que anda por ahí haciendo de las suyas. 

Pero sobre todo he echado en falta al pequeño que anda escondido en sabe Dios que rincón. He recorrido ochocientas páginas deseando que al pasar la siguiente me trajera noticias suyas, aunque fueran un par de lineas a través del relato de otro personaje, pero nada, ni rastro de él.

Y lo peor de todo es que la siguiente andanada de aventuras estaba prevista para el año 2006 y mira ya por donde andamos sin ella. Me temo que el dependiente de Barnes & Noble de Nueva York tenía razón y como decía su ordenador hasta el 2013 no saldrá. Tendré que revisar mis entradas anteriores para leer algunos avances que se habían filtrado para mantener a raya mi ansiedad.

Por favor Señor George R. R. Martin, no sea cruel y posponga sus demás proyectos y céntrese en acabar éste, porque no quiero ni imaginar que alguna noticia funesta trunque el devenir de esta bella canción.