Stonehenge: Cita con los Ancestros.

Teníamos una cita pendiente con nuestros antepasados. Una cita a la que llegamos tarde por tan sólo dos o tres milenios. Pero no se enfadaron con nosotros sino todo lo contrario, se alegraron de que pasáramos por allí y nos hiciéramos la pregunta de rigor: ¿qué demonios significan estas piedras?

En la verde llanura de Salisbury no todo es tan plano como parece. Si te fijas en el horizonte verás montículos de tierra aquí y allá, unos más grandes, otros más pequeños. Son túmulos, tumbas de nuestros antepasados que decidieron que este era un buen lugar para enterrar sus restos. 

Y todo por un círculo de enormes piedras que fueron traídas desde cientos de kilómetros de distancia justa y precisamente a este lugar y no a otro. Y todo este trabajo ¿para qué? Pues a ciencia cierta el poderoso y tecnológico Homo Sapiens aún no lo sabe. Puede ser un calendario lunar o uno solar, un centro de peregrinación o un altar utilizado en rituales funerarios o de fertilidad. Lo único que si es cierto es pensar que los hombres prehistóricos no eran tan primitivos como pensábamos, y que aunque fueran vestidos con pieles y usaran cachiporras y piedras para abrirse la cabeza de vez en cuando, también eran inteligentes y sabían observar esos cielos que les regalaban cada noche un millón de estrellas libres de contaminación lumínica.

Mientras caminábamos alrededor del círculo rodeados de turistas y algún que otro hippie y pseudodruida, y desgraciadamente sin poder acercarnos a las piedras para sentir su energía, las preguntas acudían a nuestra cabeza. Y es que no es sólo este círculo el que existe en la zona. Está relacionado con los túmulos que lo rodean, con otros círculos de piedras y troncos mayores y menores, con largas avenidas hacia el río Avon y montañas artificiales como Silbury Hill. Toda una región plagada de megalitos milenarios que desafían a nuestro intelecto. No hay respuestas y cada vez aparecen más preguntas. Seguiremos explorando la zona en próximas entradas.