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viernes, 2 de octubre de 2009

El Día de las Hormigas Voladoras.



No os asusteis, que no es una película de terror de los años 50, es simplemente un fenómeno que se repite cada año coincidiendo con las primeras lluvias tras el verano.
La cuestión es que una mañana aparece el suelo plagado de unas hormigas un poco más grandes de lo normal y con alas. Cuando era pequeño me dedicaba  a aplastarlas con saña, ahora que soy un poco menos troglodita me dedico a fotografiarlas y a preguntarme qué son.
Mi madre solía llamarlas alúas, pero he descubierto que el nombre correcto es aludas (el acento andaluz no perdona). Parece ser que son reinas en potencia y salen a ver si se cruzan con un macho que las fecunde, una especie de caravana de mujeres pero en plan hormiga. Si tienen suerte de quedar en estado perderán las alas y formarán un hormiguero, aprovechando que la tierra está húmeda para cavar con facilidad un agujero que será su futura casa.
Lo que sí vengo observando es que su número es menor que otros años pasados. No sé si se debe a la zona o a que estos últimos años han críado menos. En fin, parece que otro misterio de la infancia ha sido descifrado.

1 comentario:

  1. Me ha gustado mucho este post, un poco de biología para hacer más "politemático" el blog. La verdad es que he visto a pocas hormigas reina en mi vida...

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