Por fin ha llegado el momento. Los rumores se han hecho realidad y pronto podremos ver a Fernando Alonso vestido de rojo al volante de los coches más laureados de la Fórmula 1. Tras tres años de trayectoria dubitativa tras el fiasco de Mclaren y la vuelta a una decadente Renault, finalmente el caballino rampante tiene un jinete de renombre que lo monte y lo conduzca hacia la victoria. Ha llegado el momento de que Alonso cumpla su sueño y nosotros disfrutemos con sus triunfos. El matrimonio Alonso Ferrari sólo tiene una definición: éxito asegurado.
Asi volveremos a aficionarnos y las mañanas de los domingos volveran a ser entretenidas.
ResponderEliminarEl problema es que este año hemos visto que la F1 es un gran circo. Además, se ha comprobado que las habilidades del piloto no son tan decisivas respecto a los avances técnicos. Vamos, que cada vez tiene menos de deporte y más de negocio. Yo me desapunto.
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