me fui a tomar,
una cervecita
en un oscuro bar.
No tomé una,
ni dos ni tres,
creo que al final
fueron siete o diez.
Sonaba un blues,
un blues cualquiera.
Y comencé a cantar
y comencé a bailar.
Y toqué una guitarra
con forma de mujer,
y soplé una armónica
hasta el amanecer.
Y ya no era un blues,
un blues cualquiera.
Era un canto al amor
y a una botella de cerveza.
una cervecita
en un oscuro bar.
No tomé una,
ni dos ni tres,
creo que al final
fueron siete o diez.
Sonaba un blues,
un blues cualquiera.
Y comencé a cantar
y comencé a bailar.
Y toqué una guitarra
con forma de mujer,
y soplé una armónica
hasta el amanecer.
Y ya no era un blues,
un blues cualquiera.
Era un canto al amor
y a una botella de cerveza.
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