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sábado, 9 de mayo de 2009

Voll-Damm, desde Barcelona con mucho sabor.

Incluso hoy día que vivimos la era de la globalización y hay de todo en todas partes, es difícil encontrar por estos lares un local donde sirvan Voll-Damm de grifo.
Por esta razón, tengo un gran recuerdo de juventud al rememorar nuestros viajes a tierras más próximas al origen de la cerveza, donde si era posible beberla en forma de caña. Una de las primeras cosas que solíamos hacer mi padre y yo al llegar, era acercárnos al Bar Marfil y tomarmos una buena copa de Voll-Damm. Como íbamos normalmente en vacaciones de verano, el calor acompañaba y se producía una combinación simplemente deliciosa entre el frescor de la cerveza y el calor del ambiente.
Por aquí solo es posible encontrarla en botellín, y es una elección acercada muchas veces, solo hay que tomarla en su justa medida porque de lo contrario tu cabeza puede sufrir mucho al día siguiente.

6 comentarios:

  1. Donde esté una Heineken,una Carlsberg, una Skol... que se quite lo demás.
    Si es que no me sabe beber Mr Gibson.

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  2. No piques, que sabes que las botellas verdes me echan para atrás. Y a tí también.

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  3. Hay una Alahambra en botella verde que está....humm....usted se lo pierde

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  4. Esa tiene un verde tan oscuro que parece otro color.

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  5. No comparen la alhambra con las basuras de marcas arriba comentadas, hombres de dios. De hecho, creo que pertenece a la ilustre familia Mahou. Salud!

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  6. Peroooo...
    La VolDame es Polaca???
    Pues se acabó!!!

    Viva la Meau!!!

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