Mucho se ha hablado sobre tiempos de ensayo, rutinas de trabajo, ejercicios, escalas... Tras varias experiencias llego a la conclusión de que la constancia y el trabajo organizado son la base para una buena práctica guitarrera (ya me había quedado calvo antes de pensar esto).
Sin poder llegar por desgracia a las dos horas diarias que recomiendan los profesionales, con el peligro que conlleva de que en lugar de ser una afición para a ser una obligación, hay que intentar tocar todos los días. Sin mínimos ni máximos, pero todos los días un poco. No vale pegarse atracones de fin de semana que conducen inevitablemente a semanas posteriores vacías de ensayo, mientras se digiere toda la información acumulada y los tímpanos se recuperan del maltrato recibido.
Si, como en mi caso, no se tienen recursos suficientes para improvisar durante horas, lo más conveniente es llevarse de casa los deberes hechos, con temas preparados o progresiones aprendidas, para no confiar en la bendita inspiración, que no suele aparecer en estos casos de necesidad. Y aunque nos guste mucho tal estilo o tal otro, si no se domina, es mejor quedarse por el momento en lo más básico y poco a poco ya llegaremos a lo deseado.
Con esto intento aplicarme el cuento y llevarlo a rajatabla. Sacando esos cincos minutines que perderíamos distraídos pensando en cualquier tontería y aprovecharlos para tocar las cuerdas de acero, que decía el maestro. Así que menos internet y más guitarrear. A ver si es verdad.
Si, como en mi caso, no se tienen recursos suficientes para improvisar durante horas, lo más conveniente es llevarse de casa los deberes hechos, con temas preparados o progresiones aprendidas, para no confiar en la bendita inspiración, que no suele aparecer en estos casos de necesidad. Y aunque nos guste mucho tal estilo o tal otro, si no se domina, es mejor quedarse por el momento en lo más básico y poco a poco ya llegaremos a lo deseado.
Con esto intento aplicarme el cuento y llevarlo a rajatabla. Sacando esos cincos minutines que perderíamos distraídos pensando en cualquier tontería y aprovecharlos para tocar las cuerdas de acero, que decía el maestro. Así que menos internet y más guitarrear. A ver si es verdad.
La clave es una palabra de 5 letras llamada: CALLO
ResponderEliminar:P