Bandas que me crucé en el largo camino del Rock and Roll: Ilegales.

No podía pasar un minuto más sin que los Ilegales aparecieran en este rincón del blog. Ya tenían una canción en Viejas canciones, letras actuales, pero les faltaba un lugar de honor en mi historia particular del rock.

¿Por qué? Pues porque llevo cantando sus canciones toda mi santa (a veces) y puñetera (otras) vida. Recuerdo alguna bronca cuando tenía unos diez años por cantar "Soy un macarra, soy un hortera, voy a toda hostia por la carretera" No podía decir tacos por entonces.

Porque sus letras siguen estando de actualidad, dicen verdades como puños y al que le duela que se fastidie. Porque son tremendamente divertidos en directo. Te lo pasas igual de bien cuando cantan que cuando entre canción y canción el gran Jorge Martínez suelta sus filosofías y meditaciones más profundas. Porque me gusta tocar (más bien intentar) sus canciones con la guitarra, son sencillas y contundentes, puro rock and roll.
Porque Jorge me cae bien aunque lo temo en las distancias cortas, nunca sabes por donde va a salir. Alguna vez que he tenido ocasión de acercarme a él para hablar tras un concierto, he preferido dejarlo pasar. Un tío tan grande y tan pelao y con ese bozarrón que tiene la verdad es que impone. Una vez oí que tenía una gran colección de guitarras, me gustaría saber si es verdad o leyenda urbana, porque también oí otra vez que pertenecía a la aristocracia. No me pega mucho, pero nunca se sabe.
Aprovecho para maldecir al grupo Def con Dos, que una vez lo vaciló grabando una mofa de Jorge Martínez cantando el Tiempos nuevos, tiempos salvajes. ¡Sacrilegio! No olvido ni perdono.
Larga vida a la ilegalidad, que siga recorriendo las carreteras y que sigamos viéndolos en directo cuarenta años más.