Hacía calor aquella noche en el delta. El joven Robert Johnson caminaba sin rumbo por las afueras de Clarksdale, Mississipi, cerca del cruce de la 61 y la 49, cuando sintió un poco de aire fresco correr y pensó que aquel era un buen lugar para descansar. Dejó su guitarra en el suelo y se sentó sobre un piedra mientras secaba el sudor de su frente con un pañuelo desgastado.
Comenzaba a recuperar el aliento cuando una presencia le sobresaltó. Delante de el estaba plantado un hombre alto de color, vestido con un traje impecable y un cigarro humeante en los labios.
-¿Sabes tocar muchacho? le dijo señalando a la guitarra.
-Aún estoy aprendiendo, respondió. Pero algo se tocar.
-Toca algo para mi entonces.
El joven Robert desenfundó la guitarra y tras afinarla con torpeza, comenzó a tocar y cantar un viejo blues.
Mientras tocaba, el hombre alto no paraba de observar y sonreir, y cuando acabó la canción le dijo:
-No lo haces mal, pero yo puedo hacer que lo hagas mucho mejor.
Y así comenzó posiblemente una de las leyendas más conocidas del mundo de la música. De como un joven novato se convirtió en un mito sin comerlo ni beberlo, y de como tuvo que pagar su deuda unos años después dejándonos como legado un par de fotos y 29 temas mil veces versioneados por multitud de intérpretes, de los que destaca el Crossroads, que según se dice rememora este famoso encuentro con el maligno.
Comenzaba a recuperar el aliento cuando una presencia le sobresaltó. Delante de el estaba plantado un hombre alto de color, vestido con un traje impecable y un cigarro humeante en los labios.
-¿Sabes tocar muchacho? le dijo señalando a la guitarra.
-Aún estoy aprendiendo, respondió. Pero algo se tocar.
-Toca algo para mi entonces.
El joven Robert desenfundó la guitarra y tras afinarla con torpeza, comenzó a tocar y cantar un viejo blues.
Mientras tocaba, el hombre alto no paraba de observar y sonreir, y cuando acabó la canción le dijo:
-No lo haces mal, pero yo puedo hacer que lo hagas mucho mejor.
Y así comenzó posiblemente una de las leyendas más conocidas del mundo de la música. De como un joven novato se convirtió en un mito sin comerlo ni beberlo, y de como tuvo que pagar su deuda unos años después dejándonos como legado un par de fotos y 29 temas mil veces versioneados por multitud de intérpretes, de los que destaca el Crossroads, que según se dice rememora este famoso encuentro con el maligno.
Se comenta que una transformación similar sufrió Mr.Gibson, antaño guitarrista amateur y en la actualidad virtuoso de las cinco cuerdas. Responda Mr.Gibson: ¿Cuál es el precio que ha tenido que pagar?
ResponderEliminarPues tuve que pagar la cuerda que falta. Y unas rondas de bourbon, y un cadillac, y una triumph... Ah, y el pelo que me falta tambien lo tuve que dar. Me está saliendo un poco caro para los resultados que estoy consiguiendo. Me parece que me han tangao. No se yo si andará Tootsie detrás de esta historia tambien.
ResponderEliminarHola, soy ThunderCosme y espero podais colgar el video de la actuación, espero poder verlo. Como decían los sobrinos de Loren, soy un "entregao", como podreis comprobar en el video. En fin. Una página muy interesante y espero poder tener tiempo para verla con más calma.
ResponderEliminarUn saludo y hasta pronto.
Hola soy Roberto Plantas y canto rock and roll...
ResponderEliminarLo de que eres Thunder Cosme habrá que verlo. Demuestra tu identidad de alguna manera.
Por lo de "entregao" si podría ser el, pero no se no se, habrá que hacer alguna comprobación.
ResponderEliminarY no se tampoco por que ha escrito en la entrada de Robert Johnson en vez de en la suya. Eso me despista.
Mr.Gibson, no lo entiende usté, ThunderCosme ha escrito en esta entrada porque él también firmó su correspondiente pacto con el innombrable, le concedió ese poderío con el micro, vete tú a saber a cambio de qué.
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