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viernes, 11 de septiembre de 2020

Ahí abajo, entre raíces y huesos de Seanan McGuire


Tras cruzar el umbral de la mano de McGuire (ver enlace) nos quedamos con ganas de saber más sobre su universo, pero en lugar de seguir adelante con la historia, la prolífica autora estadounidense nos propone dar un paso atrás, con la precuela que hoy nos ocupa.
Aquí conoceremos con más detalle la vida de las gemelas Jack and Jill, dos de los personajes más inquietantes y enigmáticos del umbral. Y sí, habéis oído bien, se llaman igual que los protagonistas de la canción infantil que subían la colina en busca de agua y que acabó con funestas consecuencias. Ellas tuvieron una infancia peculiar en un hogar donde sus padres marcaban su destino y no dejaban que se salieran del camino trazado ni un milímetro, provocando efectos contrarios en cada niña. Tras encontrar su puerta y decidirse a cruzarla todo cambió por completo, afectando de nuevo de manera distinta a ambas protagonistas.
Y hasta aquí podemos contar porque aunque antes decíamos que Seanan es una autora de lo más prolífico tanto con su nombre como con su seudónimo Mira Grant, no lo son tanto sus traducciones al español, así que no queda más remedio que esperar o lanzarse a leer en inglés. Según tenemos de llena nuestra lista de pendientes, vamos a optar por esperar por el momento.

sábado, 5 de septiembre de 2020

El legado del oso de Fernando López del Oso

En una entrada reciente (ver enlace) afirmaba con toda razón Bruce Dickinson que "nada de lo que sucede en la infancia es en vano". Poco tiempo he tardado en comprobar su veracidad, puesto que mi relación con el protagonista de este libro viene sin duda de mis tiempos de infante.

Contaba allá por el año 2009 (ver enlace) los recuerdos de mis primeros contactos con el mundo del misterio. Fue de la mano de un hombre de rostro peculiar en el que destacaban sus características bolsas debajo de los ojos y su despacho de inquietante decoración inundado de humo de tabaco que le daba un aire aún más misterioso. Se trataba del Profesor Fernando Jiménez del Oso, pionero divulgador en nuestro país de multitud de temas catalogados de extraños o fuera de lo normal. Su seriedad al abordar cuestiones que para otros no eran más que chaladuras y cuentos de viejas, acompañado de su sugerente tono de voz, te transportaban de forma hipnótica ya fuera tanto al triángulo de las Bermudas como a las pirámides de Egipto o de México. Aquel hombre sembró su semilla de curiosidad y búsqueda de lo desconocido en una generación entera, y sus frutos se vieron unos años más tarde cuando hubo algunos de aquellos jóvenes que siguieron sus pasos.

Yo tuve el enorme privilegio de conocerlo en persona en 2003. Fue un encuentro fugaz durante la presentación de uno de sus últimos libros, precisamente titulado En busca del misterio. Pude cruzar unas cuantas palabras con él y me sentí afortunado. Anhelé que aquel encuentro hubiera sido más extenso o que se hubiera repetido en alguna ocasión posterior, pero por desgracia aquello nunca ocurrió. Me quedó el recuerdo de un gran hombre, cuya seriedad quedaba a un lado en cuanto la conversación fluía y su enorme sentido del humor aparecía rompiendo clichés creados por la barrera de la pantalla de televisión. Como consuelo nos queda todo el material que grabó y escribió y cuyo legado está disponible para que nuevas generaciones aprendan de su buen hacer.

Y precisamente hablando de legado, mis pasos vuelven a encontrarse con su carismática figura. Esta vez a través de una de las personas más cercanas a él, su propio hijo. En una recopilación de recuerdos y conversaciones entre él y su padre, nos irá desgranando toda su andadura con la excusa de encontrar el mayor misterio al que se enfrentó el Profesor en su búsqueda. En sus páginas se recogen multitud de entrevistas con aquellos que primero fueron seguidores, luego alumnos o discípulos, y que posteriormente continuaron en la senda del misterio de forma profesional. Especialmente interesantes e inspiradores me han parecido los capítulos con Pedro Amorós sobre la vida y la muerte y la estrecha franja que las separa o las une. Pero la principal cuestión que se trata es la relación entre un padre y un hijo que debido a los múltiples viajes y compromisos del primero, dejó cuentas pendientes en el segundo que debían ser saldadas, y en este libro se encuentra la respuesta.

Por mi parte, he disfrutado sobremanera del libro, recordando muchas cuestiones que ocupaban un lugar recóndito de mi memoria y descubriendo otras muchas más. Llega en un momento de mi vida en el que estoy tratando de recuperar lo que me gusta en realidad y que diversos avatares de la vida han relegado injustamente a un plano secundario o terciario de mi actividad. Sirva esta lectura para devolverme al mundo del misterio que tanto me atrajo en mi juventud y que vuelve a tomar relevancia de nuevo. Gracias por ello.