Cuando el joven se hizo viejo, giró la vista atrás y descubrió que tenía discípulos. Tras sus pasos venían muchachos jóvenes que admiraban su trabajo. Juntos plantaron una semilla que creció con la experiencia del joven viejo y la energía de los muchachos y su fruto alumbró nuestros corazones.
Siete minutazos de Mi, Sol, Do y Re necesarios para difundir el mensaje: no dejes que la edad condicione tus acciones y te obligue a cambiar tu forma de vida. Sigue fiel a tus gustos y aficiones porque son compatibles con tu familia y tus amigos. Que así sea.
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