Cuántas veces he oído eso de estar en el sitio correcto en el momento adecuado, y qué verdad es, maldita sea. Cómo puede variar una vida si tiene la suerte de encontrar esa alineación perfecta del destino y aprovechar la oportunidad que con toda probabilidad no volverá a cruzarse en su camino.
Los chicos del Dogtown son un ejemplo verídico de esta afirmación. Surfistas que cuando no había olas buscaban entretenimiento sobre limitados skates de ruedas de arcilla, hasta que por fin revolucionan el estilo clásico de patinar al llegar ruedas de uretano que abrían infinitos caminos, emulando las sensaciones que vivían sobre el agua pero ahora sobre el asfalto. Y no queda ahí la cosa, pues una oportuna sequía deja las piscinas de California sin llenar y se convierten en el mágico lugar para que lo que había sido una práctica horizontal se conviertiera en vertical. Y a partir de aquí la fama, el éxito y la gloria... pero no para todos.
De aquel grupo de chicos muchos se hicieron ricos y famosos, otros decidieron seguir otros caminos más peligrosos, más acordes a su personalidad y que posiblemente hicieron que toda esta historia ocurriera.
Yo llegué a conocerlos gracias a la frase de uno de ellos: No dejas de patinar por hacerte viejo, te haces viejo por dejar de patinar decía Jay Adams. Una verdad como un templo que se puede aplicar a todos los campos que quieras y nunca dejará de ser verdad. Precisamente Jay fue uno de los que no aprovechó su oportunidad y malvivió su vida mientras sus demás compañeros disfrutaban del éxito. ¿O quizás no? Él pensaba que patinar era un divertimento y no un negocio, por eso se apartó de todo lo que le reportara dinero si no había diversión por medio, pagando el precio que tuvo que pagar. Él se quedó con la idea de que se había pasado veinte años seguidos de vacaciones y eso era lo que le importaba.
Reflexiona y estate atento por si la oportunidad pasa delante de tí y no la sabes aprovechar.
Además de este documental, existe una dramatización de los hechos narrados que se llama Los amos del Dogtown, también dirigida por Stacy Peralta, por si queréis saber algo más.
Además de este documental, existe una dramatización de los hechos narrados que se llama Los amos del Dogtown, también dirigida por Stacy Peralta, por si queréis saber algo más.
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