Esta serie se ha ganado a pulso la fama de complicada y difícil de entender. Los continuos flashbacks, muertes y resurrecciones de los personajes consiguen liarte de una manera que hacen que muchos espectadores hayan tirado la toalla y cambiado de canal a mitad de temporada.
Los que por amor propio o por esperanza de llegar a comprender algún día por donde iban los tiros hemos llegado hasta el final, creo que nos ha aliviado desprendernos de la carga en la que se había convertido. Al acabar la primera temporada se nos insinuaron otros parques temáticos ambientados en otros momentos de la historia o una posible salida al exterior de los protagonistas no humanos, y si en cierta manera se nos han mostrado, pienso que no han estado a la altura de lo que nos esperábamos.
Tardaré en olvidar el mayor escollo de la temporada, que no fue otro que el capítulo del indio, en el que me quedé dormido en varias ocasiones y que me costó dios y ayuda terminar.
Hasta siempre, Westworld. Por mi parte me da igual si hay más temporadas o no porque esto se acabó.
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