Nueva entrega de la serie de Santiago Posteguillo sobre curiosidades, anécdotas y desconocimientos generalizados relacionados con grandes obras y autores de la literatura universal. Y digo desconocimientos generalizados porque creo que la mayoría de la población, en la cual por supuesto mi incluyo, no conoce ni la mitad de lo que se cuentan en estos libros. Y no porque no nos guste leer sino porque son cuestiones que no se enseñan en la escuela y que muchas veces han sido ocultadas a propósito. Menos mal que gracias a estos libros nuestra mente ve la luz y se aprenden cosas muy interesantes, así que animo a todos a leerlos y sobre todo a aquellos que les gusta ya leer de motu proprio.
En esta edición se centra sobre todo en las dificultades que han tenido las mujeres escritoras a lo largo del tiempo no solo para publicar, sino para incluso escribir. Leyendo sus tribulaciones no le quedan a uno excusas ni quejas posibles para no ponerse a escribir, lo cual sirve de acicate para alguien como yo, que lleva años escribiendo sin llegar a concluir ninguna obra larga.
Y entre todo lo que nos cuenta Posteguillo, me quedo con la curiosa historia del origen de uno de mis libros preferidos: Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, que bien podría haberse llamado cincuenta más cincuenta años de soledad. ¿Os suena raro? Pues la respuesta ya sabéis donde la tenéis.
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