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sábado, 15 de noviembre de 2014

La Música del Silencio de Patrick Rothfuss

De la obra de Rothfuss, Auri no es de los personajes que más me llamen la atención. Sin embargo, todas sus rarezas y su deambular secreto por la Universidad pican mi curiosidad. Además, las ganas que tengo de leer la última parte de la Crónica del Asesino de Reyes me han hecho acercarme a esta obrita, cuya reducida extensión también ayuda a tomar la decisión. Para acabar por completo con cualquier duda o reticencia, el propio autor nos da unas pistas al principio y final del libro para que nadie se lleve a engaño y se confunda con esta sorpresa antes de la finalización de su gran obra hasta el momento.
Yo siempre tan susceptible y buscando dobles sentidos, he procedido a una concienzuda lectura para no perderme ni un solo detalle que me pudiera conducir a atisbar alguna intención secreta del autor con vistas a la tercera parte, y debo decir que no he tenido éxito. Sí he descubierto muchos detalles de la vida cotidiana de Auri, que me llevan a clasificarla sin ningún temor como sufridora de un serio trastorno obsesivo-compulsivo (Rothfuss la califica como dañada), que la obliga a buscar objetos para colocarlos en lugares apropiados según un orden interno que sólo ella ve. Esta actividad frenética que ocupa un noventa por ciento del libro, o quizás algo más, se ve acompañada entre medias por continuos lavados de cara, manos y pies.
Aunque a primera vista, o lectura, pueda parecer que el libro es un tostón, lo cierto es que se lee con fluidez pese a la ausencia de diálogos, y seguir los pasos de Auri por la Subrealidad es bastante entretenido, siempre esperando algún tropiezo o sorpresa de última hora. O simplemente observando como una cámara oculta el curioso devenir de este enigmático personaje que estoy seguro todavía tiene que dar mucho más de si en lo que espero pronto llegue a nuestras manos y ojos.

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