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viernes, 24 de enero de 2014

Norte contra Sur de Jesús Hernández

Desde mi más tierna infancia tuve conocimiento de la existencia de una guerra civil en Norteamérica. El primer contacto vino de los Playmobil, con sus muñecos confederados y unionistas que me encantaban, y posteriormente a través de la televisión con la serie Norte y Sur, donde Patrick Swayze encarnaba a un sureño por el que sentí gran simpatía.
Ahora me apetecía profundizar un poco más en el conflicto y cual no sería mi sorpresa al encontrarme con la poca cantidad de libros sobre el tema en idioma español. En internet tres cuartos de lo mismo, pero finalmente encontré algo. Mi primer paso fue a través del blog guerradesecesion.wordpress.com que me sirvió para ir haciéndome una idea del origen de la confrontación y de todos los tópicos equivocados que tenía. Y de aquí hacia el libro que nos ocupa.
A Jesús Hernández ya lo conocía de la época anteblogiana, cuando leí su otro libro Curiosidades de la Segunda Guerra Mundial, que me encantó y del que no descarto una segunda lectura. Viendo lo amenos y didácticos que son sus escritos, no me quedó duda alguna para adquirir y devorar el libro. Asimismo, un recomiendo su blog es-la-guerra.blogspot.com.es que tampoco tiene desperdicio.
Jesús Hernández distribuye el tema intercalando la cronológica sucesión de los eventos históricos de la contienda con aspectos de la vida social de aquellos años, lo cual ayuda mucho a entender y clarificar el porqué de esta guerra, aparte de testimonios reales de combatientes y civiles de ambos bandos implicados directamente en ella.
Comenzando por las características de la esclavitud, cuya abolición se toma como principal motivo de la guerra y no es así, conoceremos mejor la figura de Abraham Lincoln, importantísima en el desarrollo de los hechos y un ejemplo de superación por todos los avatares que tuvo que pasar en su vida y que le llevó a su prematura muerte.
En cuanto a la guerra en sí, me han llamado la atención varios aspectos, como la extendida incompetencia de los generales al mando de las tropas de ambos bandos, cuyos errores e indecisiones evitaron que la guerra acabara antes y sacrificaron un montón de vidas inútilmente, sobre todo del lado de la Unión, simplemente porque disponían de más efectivos humanos. Se habla de alrededor de un millón de muertos entre miembros de un mismo país, una carnicería que como digo pudo ser evitada en su mayor parte. De entre todos los inútiles mandos militares o fallecidos durante la contienda, al final destacaron Lee y Grant en cada bando, dando valor al dicho que habla del país de los ciegos. A Lee lo temían y respetaban por su astucia y rapidez de movimientos, y Grant fue bastante respetuoso en el momento de la rendición, a pesar de que le gustara bastante el whisky, cosa que no le impidió llegar a Presidente de los Estados Unidos. Otra curiosidad es el nombre de las batallas, que variaba de un bando a otro, y en el que abundaban los topónimos indios, lo cual le da un aire exótico al conflicto: Chatanooga, Shenandoah o Chickamanga son algunos ejemplos.
Antes de acabar debo reconocer mis simpatías por el bando sureño. Como decía antes, Patrick Swayze tuvo mucha culpa de ello, pero también la música puesto que el Southern Rock me gusta mucho y la bandera sudista predomina en los ambientes rockabilly. No por ello quiero decir que esté a favor de la esclavitud, y he aquí una buena herramienta para que nos demos cuenta que había muchos más intereses en aquella guerra que los pobres negros, que por desgracia no mejoraron mucho después del conflicto y que aún hoy en día continúan sufriendo un montón de diferencias sociales con los blancos del lugar.
No me extiendo más pues son muchos los aspectos remarcables de este libro, muy recomendable no sólo porque es de los únicos que existen en español, sino por su indudable calidad y concisión, centrándose de lleno y sin pajas en el tema que desarrolla con total éxito.

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