Los autores de esta curiosa obra son de
sobra conocidos en este blog: Jesús Callejo formó parte de las
míticas Cuatro Ces en la Rosa de los Vientos de mi admirado Juan Antonio Cebrián,
junto a Carlos Canales y Bruno Cardeñosa que a la postre tomaría el
timón dejado por el capitán. Aparte de esto, he leído obras suyas
en la época antebloguiana como las dedicadas a duendes, hadas y otras
criaturas mágicas que recorren la geografía peninsular, además de otra obra dedicada a la España Mágica y escrita a medias con Javier Sierra, que también es viejo conocido del blog; Tomás Hijo visitó hace poquísimo
el blog con los Cuentos sobre la Guerra de la Independencia (ver enlace), aparte de las Leyendas Salmantinas que también leí hace
tiempo.
Ahora nos muestran una divertida excusa
para mostrarnos misterios, o más bien curiosidades, de la geografía
española. Reconozco que muchas me sonaban pero otras tantas han sido
novedosas para mí. De la mano de un excéntrico
panadero-inventor-investigador llamado Mathias Pumpernickel y de su
avispado sobrino Juanito, recorreremos varias ciudades y parajes en
busca de objetos extraños por sus poco frecuentes cualidades.
También habrá sitio para probar las delicias gastronómicas de cada
zona aunque al estómago del Profesor no le sienten muy bien. La
verdad es que tío y sobrino forman un buen equipo que se complementa
a la perfección para crear un museo de lo
extraño en Laxaria, la lejana patria de Mathias. Como dicen ellos,
“todos los detalles son importantes y todos los momentos son
únicos”, así que viven cada descubrimiento con gran emoción y
alborozo.
De todos los lugares que visitan y que
no desvelaré, me quedo con la visita a Salamanca y como no, con el
grato instante de recordar a Durandarte o Durendal, mítica espada que seguí durante un tiempo de la mano del caballero local Bernardo del Carpio, con el que tengo una gran cuenta pendiente que espero retomar algún día para llevar a buen término, ya que el viaje prometía. Y lo mejor de todo, aparte del buen rato pasado con su lectura, es la promesa de la continuación de sus aventuras en un futuro próximo, lo cual no me extraña porque la geografía mágica peninsular da mucho de sí.
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