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sábado, 28 de abril de 2012

Bob Wayne & The Outlaw Carnies + InBlauk. Camelot Salamanca 24 Abril 2012


Tremenda noche de botas de cowboy y sonidos country la del pasado martes. Bien diría Bob Wayne durante el concierto, que aquello más bien parecía la noche de un viernes por la animación que se vivió. Sólo se echaron de menos algunas gallinas y caballos corriendo por el local porque yeguas y potrancas sí que hubo por allí...
Abrieron la noche los locales InBlauk, presentando su nuevo disco “Love and Dust”. Sufrieron en su comienzo problemas de sonido que dejaban a algunos miembros de la banda en silencio. Por suerte se pudieron subsanar y el concierto fue de menos a más. Acogidos por la parroquia local, la banda lo dio todo sobre el escenario, consiguiendo en poco tiempo una conexión fiable con la audiencia que bailaba y coreaba sus temas sin parar. Esta andadura hace poco que comenzó y lo ha hecho con buen pie, así que desde aquí deseamos a InBlauk toda la suerte del mundo y seguiremos sus pasos en el futuro.


Y sobre Bob Wayne y sus Outlaw Carnies podría escribir varias entradas porque la experiencia fue de las que marcan época, toda una andanada visual y musical que no dejó a nadie indemne. Antes del concierto no conocía nada de Bob y su banda, así que durante los días previos me empapé de todos los discos que pude conseguir de ellos. Cuando escuché su autobiográfica “Blood to dust” supe que el lazo estaba hecho y que ya no se rompería.
En primer lugar te llama la atención el aspecto de tipos duros que llevan todos los miembros del grupo. Sus tatuajes, largas barbas y cazadoras llenas de mensajes directos donde predominan los vocablos Fuck y Shit contrastan con la delicadeza y limpieza de la mayoría de sus grabaciones. Contando historias con el tema de la carretera como eje principal y todas las aventuras que se pueden correr en sus inmediaciones. Y todo ello con un estilo contundente como si el bueno de Johnny Cash hubiera tocado a bordo de un Chevrolet con turbo en los años 50. Mientras escuchaba embelesado sus canciones, transportado hacia las tierras del oeste sobre melodías de violín inolvidables y mil sensaciones recorrían mi ser, una convicción crecía en mí: estos tíos en directo deben ser la leche. Y así fue...
Tardaron un par de canciones en ajustar el sonido a su conveniencia, después ya no hubo quien les parara. Bob Wayne no venía solo. Le acompañaba su banda, los Outlaw Carnies, ¡y qué banda! Un batería ya con unos años encima pero con el nivel de energía a tope para poner a mil revoluciones la locomotora rítmica que dirigía. Menos mal que con buena previsión amarró con metros y metros de cinta aislante el bombo al suelo. A saber dónde habría acabado si no. Jared McGovern al contrabajo, el más punk que se pueda encontrar; a la guitarra eléctrica, Ryan Clackner, el más heavy al Este de Nashville y al violín, Liz Sloan, la chica con la mirada más enigmática que nunca vi al interpretar sus solos. Todavía me pregunto sobre quién o qué fijaba la mirada cuando tocaba. Todos juntos consiguieron que pasara una de las mejores noches de rock and roll que recuerdo pues se me hizo muy corta y no quería que acabara en ningún momento.
Después del show, saludamos a la banda mostrándose en todo momento muy cercanos y accesibles. No me queda más que decir que en la larga gira europea que tienen por delante, tocando casi a diario, no perdáis la oportunidad de verlos en directo porque merece mucho la pena. Y yo espero volver a coincidir en el futuro con el chico que nació en 1977, el año que Elvis murió, posiblemente en la carretera, su lugar favorito...
Thanks again to Mr. DGM for the video!

1 comentario:

Aprieta la tecla, que no da calambre.