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domingo, 14 de agosto de 2011

Petrus Barbygère de Joann Sfar y Pierre Dubois.

Una nueva sorpresa en mi andadura en el mundo del cómic. Y es lo que tiene esto de escoger los libros mezclando azar e intuición: nunca sabes lo que te vas a encontrar (como los bombores de Forrest Gump).
Tras fijarme en la portada de Petrus esperaba una historia de piratas y en verdad la he encontrado, pero no muy al uso, mezclada con mucho humor, más fantasía y una pizca de sexo no muy ortodoxo.
Petrus Barbygère, de profesión elficólogo, conoce muy bien las criaturas menos comunes del planeta, y es por ello que le piden ayuda para detener las tropelías del pirata Reddy Scarlett, malo donde los haya. En el transcurso de la aventura nos encontramos con innumerables alusiones al mundo de la fantasía, apareciendo guiños al mundo de Tolkien, Lovecraft, la Isla del Tesoro, el Holandés Errante y criaturas como el Kraken, Carmilla, David Jones o Frankenstein. 
Me lo he pasado en grande matando piratas con Petrus, y no es que sea macabro, es que es francamente divertido ver como corta cabezas, saca tripas y lanza estocadas con mucho estilo. Con un lenguaje divertido, aunque a veces difícil de entender, que pasa sin ningún prejuicio de la poesía a las palabrotas; y unos dibujos que no le van a la zaga, pasando del gran detalle a otros digamos de menor calidad gráfica.  Por cierto, en este cómic las calaveras abundan tanto como las calabazas en Helloween.
Al final del libro se incluye un extracto del diario de Petrus donde cuenta un viaje que hizo por Escocia, también plagado de referencias al mundo mágico de aquel país.
Leo en la contraportada que este libro es el precursor de otro llamado El Minúsculo Mosquetero del cual no tengo la más mínima reseña pero que tendré en cuenta para futuras lecturas.

3 comentarios:

  1. ¿Esto que es ahora :comics, cervezas y rock and roll?

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  2. A los elefantes les cuesta mucho adaptarse, las cucarachas sobreviven a todo.

    Peter Drucker (1909-2005) Escritor y consultor austriaco.

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  3. Cono decía Peter Drucker, es simplemente una cuestión de adaptación.

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