Cien años antes de la Canción de Hielo y Fuego, un jovencísimo escudero sin trabajo llamado Egg, coincidió con Dunk, otro escudero también en paro porque su viejo jefe pasó a mejor vida. Y cuando se juntan el hambre y las ganas de comer lo mejor es dejar que las aguas fluyan con libertad, en esta ocasión hacia el Torneo de Vado Ceniza.
No era fácil convertirse en caballero en aquellos tiempos, hacían falta recomendaciones y contactos, más o menos como en la actualidad para conseguir un buen puesto de trabajo. Ya se sabe que al vulgo le es difícil mezclarse con la nobleza y por Vado Ceniza lo que más abundaban eran señoritingos de alto postín, con pocas posibilidades de que se fijen en un don nadie si no es con miradas por encima del hombro.
En esta precuela de la Canción, nos encontraremos con los antepasados de familias importantes de los Siete Reinos, sobre todo de los cuasi desaparecidos Targaryen. También pululan por allí Baratheon, Lannister, Tyrell y Tully, de sobra conocidos por los lectores de la Canción. Y hablando de lectores, los más atentos seguro que recordarán una mínima alusión a Egg, mostrando su verdadera identidad que aquí queda desvelada.
En cuanto al cómic, buenos dibujos aunque dan la impresión en cuanto al colorido de ser un poco artificiales. No sé si se les ha ido la mano con el ordenador o qué (recuerden que soy un ignorante del cómic entre otras muchas cosas) pero fíjense por ejemplo en los dientes de los personajes para saber de qué estoy hablando.
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