Despedidas y Bienvenidas.

Muchas cosas tenía pendientes en la agenda del 20 de Mayo que finalmente debieron ser canceladas. Una posible entrevista con Jorge Martínez se quedó en el tintero y la asistencia al concierto de la gira de despedida de los Ilegales también. Y todo por la llegada de un nuevo miembro de la banda conciertera, al que llevaba unos meses siguiendo la pista. 

En un principio, la cita de nuestro encuentro iba a ser el 16 de Mayo, pero entre unas cosas y otras se presentó aquí la madrugada del día 21. Se trata de un joven mozalbete que apunta buenas maneras, ya que entre sus virtudes se encuentran el tener un oído muy fino, unos dedos muy largos, una buena cabellera y un apetito creciente. Entre sus defectos está el que suscribe, que no tiene aguante ni para un par de asaltos nocturnos. Suerte que con nosotros vive Mrs. Gibson, toda una campeona, que sin duda cuidará muy bien de nosotros.

Voll-Damm 55 Aniversario.

A punto estuve de perder esta botella por mi mala cabeza (otros pierden la cabeza por una mala botella), porque un día la ví en el super y no me decidí a comprarla, y cuando volví unos días después ya no quedaban. Gracias a mi Proveedora del Sur ha pasado a formar parte de mi colección.

Enhorabuena a la marca Damm por este aclamado producto, al que agradezco especialmente su compañía durante esta temporada futbolística que tan larga se ha hecho. Me ha acompañado fielmente en los momentos de tensión vividos, aligerando los nervios cual sabrosa panacea. Y cómo no, también estuvo ayer para celebrar el momento de éxito final.

Curioso el territorio futbolístico donde habito, en el que cuando se escucha el silencio es muy buena señal para mis intereses. Y ayer el silencio hablaba.

Felicidades al campeón.

Rex Mundi de Lorenzo Fernández Bueno y Josep Guijarro.

Vuelvo tras un largo tiempo a Rennes-le-Chateau, lugar misterioso donde lo haya. Regreso de la mano de dos escritores que posiblemente sean los que más sepan del tema en nuestro país. A uno de ellos en especial (Lorenzo Fernández Bueno) le debo el haberme abierto las puertas de esta intrincada historia unos años atrás. Por suerte unos años antes de la eclosión mediática de El código Da Vinci, lo que me permitió visitar el lugar sin aglomeraciones de curiosos, cosa que según he sabido por otros recientes visitantes no es tan fácil conseguir en la actualidad. 

Recuerdo aquellas primeras lecturas en las que de forma pausada y con cierto temor se desgranaba el tema pero sin llegar a las conclusiones más polémicas. Hoy ya no hace falta andarse por las ramas con subterfugios y el libro recoge y expone desde las primeras páginas las teorías más atrevidas. Quizás el neófito que se acerque al tema por primera vez eche de menos en esta edición un mejor reparto de las fotografías y esquemas de los documentos secretos y sus posibles interpretaciones.

No puedo obviar de mi memoria aquellos recuerdos de un viaje inolvidable, mágico y estimulante. Visitamos el País Cátaro: Carcasona, Rennes-le-Chateau y sus alrededores, Montsegur... Aún resuenan en mi cabeza las palabras de la dueña de Les Labadouses, aquella magnífica casa al pie del inquietante pueblo de Rennes, que decía que todo el mundo iba allí atraído como por un imán, pero el verdadero secreto no estaba allí, sino en los alrededores. 

Seguro que algún día volveré.

Llamando a Robin Hood.

Hoy vuelve a ser uno de esos días en los que ver el telediario me crispa los nervios y me hunde la moral. Y esta vez es por varios motivos.

El presidente Zapatero publica sus medidas contra la crisis. Su medida principal era no hacer nada y esperar a que pasara el tiempo a ver si con suerte venía otro a arreglar  la situación o se arreglaba sola. Como no le salió bien la jugada hace lo más cobarde que es proponer que paguen el pato los de siempre, la clase media y baja. Eso sí, a las inmobiliarias, constructoras y bancos que organizaron el pitote, en lugar de meterles mano les inyectó tropecientos mil millones de euros que a saber en que bolsillo estarán ahora. Mientras yo, pobre currito, voy a tener que apoquinar por algo que ni de refilón me concierne. Luego están los sindicatos, que en teoría deben defender al trabajador, proponiendo soluciones como siempre constructivas, como hacer una huelga general. Y no me olvido de la maravillosa oposición, más interesada en que esto se vaya a pique para hacerse con el poder y con la enseña de salvadores de la patria. Lo tienen fácil, con llegar y decir que la culpa es de los que estaban antes tienen la disculpa perfecta para cubrirse de gloria. No es justo.

Y hablando de justicia, van a procesar al juez Garzón. El único con arrojo suficiente (por no decir cojones), para meterse con la corrupción política de los dos únicos partidos españoles (corrupto uno y el otro también), con el narcotráfico, con ETA, con el dictador Pinochet y con los crímenes del franquismo. Y todo por haber cometido el desliz de ensuciar su currículum metiéndose en política hace dieciseis años. Qué pais, en cuanto tocas ciertos hilos te quitan del medio en un abrir y cerrar de ojos.

Así que no me queda más remedio que llamar a Robin Hood, aquel que robaba al rico para dárselo al pobre. No quiero que llegue a delinquir, pero sí vendría bien que pusiera a unos cuantos en su sitio y que repartiera mejor las responsabilidades de este país que tiene lo que se merece.

Resumiendo he repartido palos para: Zapatero, la oposición, los bancos, constructoras e inmobiliarias, los sindicatos y el poder judicial. Y como siempre, no servirá de nada.

The Rockabilly Duet 17-04-2010 Homenaje a Eddie Cochran.

Es la primera vez que escribo sobre un concierto al que no he asistido, pero no lo hago con frivolidad ni temeridad pues sé muy bien de lo que hablo.

Aprovechando que el amigo DGM me envió material gráfico del evento, que se homenajeaba al gran Eddie Cochran, tristemente fallecido en accidente de circulación, y al que tanto debemos los amantes del rock and roll, y que he tenido la suerte de ver dos veces en directo al Rockabilly Duet, me han hecho decidirme a escribir esta entrada.

The Rockabilly Duet, formado por Santi Tamariz a la guitarra (siempre con su Gretsch, en este día más apropiada que nunca) y el pequeño gran Klaus al contrabajo, manejan los clásicos hits del rockabilly como nadie, con una puesta en escena y una competenetración que los kilómetros que los separan habitualmente no pueden desbancar.

Y gracias a los amigos de La Sociedad por organizar estos eventos de vez en cuando.

The Boogie Machine 16 Abril 2010

Gran noche de rock and roll la del 16 de Abril, por desgracia poco habitual por estos lares, donde no se suelen dar en una misma fecha dos eventos a la altura de nuestras exigencias rockandrolleras. Tras disfrutar de la temprana actuación de los Colt Band Brothers la noche se nos quedaba incompleta hasta que el gran Rey del Mondongo, siempre atento a la actualidad musical del momento propuso acercarnos al Potemkim donde tocaban The Boogie Machine, banda versionadora de clásicos del rock. Fue todo un acierto y además por la patilla.

La máquina comenzó a funcionar a ritmo de la Creedence y poco a poco fue tomando velocidad hasta alcanzar un sonido vertiginoso y total, recorriendo el territorio de varias décadas de historia rockandrollera en tan solo un par de horas. Cada vez había más gente enganchada al tren Boogie, deseando que nunca llegara a su final. Pero cuando el momento de terminar llegó, nos quedó la esperanza de poder verlos al menos una vez al mes. 

Y parece que la promesa se va a cumplir porque ya están anunciados para el próximo 13 de Mayo. No os los perdáis que merecen mucho la pena estos buenos tipos con un sonido alucinante.

La Ciudad Perdida de Z de David Grann.

Desde hace tiempo estaba entre mis objetivos conocer algo más sobre la vida del Coronel Fawcett. Sabía de él por medio de referencias vagas en otras lecturas, llamándome siempre la atención su espíritu emprendedor y aventurero. Este magnífico libro ha cumplido mis expectativas.

Percy Harrison Fawcett, militar de carrera, comenzó a interesarse pronto por la aventura. Con el propósito de cartografiar las zonas inexploradas del planeta empezó su andadura abriendo rutas a través del Amazonas. Con experiencias muy duras y próximas a la muerte (de hecho muchos de sus acompañantes perecieron en sus expediciones), se forjó su duro carácter, acompañado por una constitución física excelente que le ayudó a superar las penurias de la selva. Destacable fue siempre su actitud ante los indígenas que se iba encontrando por el camino, priorizando el entendimiento y el intercambio de información antes que el uso indiscriminado de la fuerza.

Con el tiempo, su mayor objetivo y obsesión fue localizar la que él llamó la ciudad de Z, posible emplazamiento del añorado El Dorado buscado sin fortuna por los conquistadores españoles. Pese a las dificultades económicas para financiar las expediciones y las personales al abandonar durante largos periodos de tiempo a su familia, no cejó en su empeño en encontrar la ciudad de Z, lo que le llevaría en última instancia a desaparecer en la jungla acompañado de su hijo y de un amigo íntimo. Una desaparición que hoy en día sigue siendo uno de los grandes misterios del Amazonas. ¿Encontró Z? ¿Fue asesinado por los indios? ¿Se quedó a vivir con ellos? O simplemente murió de hambre o  por una enfermedad transmitida por los mosquitos o una picadura de serpiente. No lo sabemos, lo cierto es que nunca volvió.

David Grann  rebusca entre la numerosa correspondencia del Coronel y su familia, entre diarios personales y lo que es más importante, en primera persona viajando hasta el Amazonas y hablando con los indios Kuikuro y Kalapalo. Algún susto que otro se llevó en su atrevimiento, llegando a pensar que perecería como tantos otros en su empeño de encontrar a Fawcett, pero vivió para contarlo.

Tengo entendido que se está realizando una película sobre el Coronel Fawcett, cuyo protagonista será Brad Pitt. Supongo que cuando se estrene, el espíritu aventurero surgirá en muchos que intentarán viajar de nuevo al Amazonas en busca de Z, cosa que no sé si es muy recomendable dado los luctuosos precedentes.

Confidencias.

Cuéntame todos tus secretos,

susúrramelos al oído.

Tranquila, la patilla es de confianza.