En Honor a los Blogueros Caídos.

Hemos tenido bajas notables en las últimas semanas. Numerosos compañeros han visto como eran cerrados sus rincones de actividad tras avisos y mensajes de advertencia para conseguir que cambiaran su forma de publicación. Al no lograr su propósito, han optado por el cierre total de esos lugares donde nos reuníamos para intecambiar material y sobre todo y lo más importante, experiencias de gran valor personal. Porque lo que queda es siempre sentimental y lo físico con el tiempo pierde valor.

Siendo negativos, pienso que no serán los únicos y que habrá más que sufrirán el mismo final, pero en el lado positivo, me alegra observar que algunos de los caídos ya han vuelto a ponerse en pie, y bajo otro nombre o alojados en otro lugar, vuelven a estar presentes para seguir manteniendo estos espacios de interacción.

Mi más enorme y cordial saludo a los recién resucitados y un hasta pronto a los que están por llegar del otro lado del cerrojo. Fuerza y Honor.

Whisky on the Rocks during the Sleep Walk.

Desde aquí agradezco con sinceridad a FAM y MJM que me hayan regalado este ingenioso artilugio que alegrará con ritmos musicales mis copas del verano. Un conjunto formado por dos guitarras y bajo para amenizar con su frescura esas noches cálidas que me recuerdan a un clásico que aprecio desde mi tierna infancia y no es otro que el Sleep Walk.

Compuesta por los hermanos Santo y Johnny Farina en 1959, la tengo metida en mi cabecita desde hace un montón de años. Me transporta a paraisos tropicales durante las noches del verano dándome una calma y un buen rollo sin igual.

No se me ocurre una manera mejor de recompensaros que invitaros a compartir ese momento el próximo verano cuando las temperaturas acompañen.  

Muchas Gracias.

Silbury Hill y West Kennet Long Barrow.

Prosiguiendo nuestro recorrido por el fascinante condado de Wiltshire, hicimos una nueva parada poco antes de llegar a Avebury, ésta vez para admirar la colina Silbury y el túmulo alargado de West Kennet.

Al lado de la carretera y sin darse importancia se encuentra el mayor túmulo conocido de toda Europa. Silbury es una colina artificial de nada más y nada menos que cuarenta metros de altura. Construido según parece en varias etapas, se calcula que para su levantamiento se necesitaron al menos 700 hombres trabajando a diario durante diez años. Y surge de nuevo la eterna pregunta: semejante trabajo ¿para qué?, y la fatídica respuesta: no lo sabemos con seguridad. La solución que más me ha convencido es la que especula con el simbolismo del vientre preñado de la Diosa Madre. Es curioso observar en los árboles de la zona exvotos de colores colgados a modo de plegaria pidiendo la tan ansiada fertilidad.

Mientras subíamos en dirección a West Kennet, nuestro guía iba muy atareado rebuscando piedras por el suelo. Con curiosidad le pregunté a qué dedicaba su tiempo, contestando que recogía flint para un amigo suyo de Estados Unidos que lo apreciaba enormemente. Disculpando mi pobre inglés, comencé a regoger también trozos de flint, recomendando a mis compañeros de viaje que hicieran lo mismo por si merecía la pena antes de conocer su significado. Con el recuerdo de los Picapiedra (Flintstones) en mi cabeza, llené mis bolsillos de piedras de flint, que a la postre y ya con un diccionario en la mano, resultó ser sílex, famoso material que utilizaban nuestros ancestros para fabricar distintos artilugios.

Una vez frente al túmulo de West Kennet, que recuerda vagamente al grandioso Newgrange en Irlanda, procedimos a introducirnos en su interior y abarcar todas las sensaciones que emanan del lugar. La cámara, dividida en cinco habitaciones, es pequeña en comparación con los cien metros de longitud que tiene el túmulo, y se supone que en su interior fueron enterrados unos cincuenta cuerpos.

Al documentarme sobre el tema para escribir esta entrada, leo con creciente desasosiego, que en el interior de la cámara se han encontrado restos de rituales de magia negra y ocultismo como velas negras, restos de animales calcinados y lo más inquietante de todo: símbolos procedentes del grimorio Lemegeton o Clavicula Salomonis, con instrucciones para evocar a los setenta y dos demonios más peligrosos. A lo mejor los exvotos que creía dedicados a la fertilidad tienen un significado totalmente contrario. 

Madre mía, y yo poniendo en el Slide caretas festivas. Esta noche ya no duermo.

La Puerta Oscura: El Viajero de David Lozano.

El azar lo eligió para ser el Viajero a pesar de que no reunía los requisitios necesarios. Es lo que tiene estar en el lugar equivocado en el momento menos oportuno. Con esta responsabilidad sobre sus espaldas, el joven Pascal no tuvo más remedio que superar su inseguridad personal para emprender un viaje hacia los lugares más oscuros y siniestros del más allá. Por suerte, cuenta con la inestimable ayuda de unos cuantos amigos que suplirán sus carencias y lo apoyarán para que llegue a buen puerto.

En la primera parte de esta trilogía se agradece que los malos sean malos de verdad y no se escatima en muertes o hechos luctuosos por muy literatura juvenil que sea, de hecho podría catalogarla como literatura juvenil apta para adultos. Tambien he de decir que hay algunas situaciones que podrían considerarse un poco aniñadas y otras estiradas en demasía, pero en general el resultado es positivo.

Dejo por un tiempo al Viajero para irme con Drácula y despúes a los Siete Reinos, que me están esperando con las tapas abiertas deseando salir de la estantería.

Bar Japonés Ai.

He aquí este magnífico lugar de reunión situado en el corazón de Garrington, con el aliciente añadido de disfrutar de las delicias japonesas que prepara Masi. Entre otras especialidades ofrece yakimesi y yokisoba en cualquier época del año o sopa de ramen tan indicada para estos tiempos fríos que vivimos. También podemos degustar cervezas japonesas como Sapporo, Asahi o Kirin.

Entrañable lugar donde se combina el ambiente japonés con las raices más profundas del barrio, siempre bajo la atenta y servicial mirada de nuestros anfitriones Masi y señora, que nos harán pasar un rato más que agradable.

Drácula Revisited.

Doy la bienvenida al año nuevo con la adquisición de varias novedades editoriales. Entre ellas se encuentra la continuación del clásico entre los clásicos Drácula de Bram Stoker. 

Ojeando el volumen y viendo que mi memoria falla en relación a nombres, personajes y detalles de la trama, opto por recurrir a la inusual, entre mis costumbres, técnica de la relectura antes de iniciar el segundo libro. Me sobran dedos de una mano para contar las veces en que la he llevado a cabo, pero tratándose del libro que nos ocupa, no será un esfuerzo ni una obligación, sino todo un placer recordar el diario de Jonathan Harker. 

Calculo aproximadamente que hace entre unos quince o veinte años que leí esta magnífica obra, en una edición que data nada menos de 1984. No es por supuesto un incunable, pero unos cuantos años de estanteria si que tiene.

Dejo todos mis prejuicios a un lado para enfocar esta continuación con la más absoluta de las imparcialidades, y creo que me ayudará sobremanera recordar el clásico para tener bien frescos en mi memoria los datos del original. En unas cuantas semanas la solución.

Sobre Avatar.

 Ahora que ya son millones de personas las que han visto Avatar (entre las que me incluyo), creo que es buen momento para hablar de ella sin ningún tipo de reservas en cuanto a contenido. Esto no ocurrió en la entrada del 24 de Agosto, donde hablaba de mi idea sobre el argumento, y por cuya revelación recibí algún tipo de crítica. Pasados unos meses y vista ya la película, observo numerosas coincidencias con mis suposiciones en verano, aunque debo reconocerlo, con multitud de detalles novedosos que le dan a la trama un aire nuevo.

Tecnicamente impecable, me llamó especialmente la atención la cantidad de colores que pueblan el planeta Pandora. Y eso que no tuve la suerte de verla en tres dimensiones, donde supongo que estos detalles estarían multiplicados por mil. Aparte de todo este colorido efectista, me quedo sin ninguna duda con la moraleja de la película. ¿Cuántas veces será necesario para la raza humana que nos repitan que no vamos por buen camino? ¿Aprenderemos de una vez a dejar a un lado esa parte de nuestra naturaleza egoista, ambiciosa y capaz de destruir cualquier cosa para conseguir un beneficio económico? Si seguimos asi pronto acabaremos con nuestro planeta y por si no nos sirve de lección, buscaremos nuevos planetas para volver a tropezar en la misma piedra. 

Cómo somos.

Ñaco Goñi y los Bluescavidas. 26 Aniversario La Cueva del Jazz Zamora.

De nuevo nos desplazamos hasta la vecina Zamora ésta vez para apostar por un valor seguro del blues nacional. Nada menos que el armonicista Ñaco Goñi y su banda los Bluescavidas, formada por Kapo Alburquerque a la guitarra, el Sargento al bajo y Armando Marcé a la batería. También tuvimos la oportunidad de disfrutar de Xulián Freire, que se subió al escenario para tocar un par de blues entre colegas.

Celebrábamos el 26 aniversario de la sala zamorana, con el deseo común de que celebren muchos más y sigan programando estos conciertos que tanto echamos de menos por nuestra tierra.
El ambiente familiar invadía el lugar y la banda también era partícipe tocando temas en inglés y español de su amplio repertorio además de varias versiones de clásicos del blues.

Recojo una estrofa del gran Ñaco para ver si las autoridades locales toman nota y se aplican el cuento para fomentar el ambiente musical por estos lares tan necesitados:

Por favor señor alcalde

no nos prohiba usted tocar.

Hacemos sólo música

y no hacemos ningún mal.

Nochevieja con el Clan de los Donald.

Anoche tuve el gran placer de compartir la nochevieja rodeado de familia y amigos, lo cual ya es digno de mencionar y tiene su gran valor. Aparte de una abundante y sabrosa cena y unas divertidas uvas, la noche albergaba lo que sería una grande y agradable sorpresa.

El cuñado Eloy sacó de su bodega secreta una botella procedente de las siempre entrañables tierras escocesas. Reconociendo una vez más mi extensa incultura, me encontré frente a frente con un whisky de características sublimes, el Inver House, perteneciente al Clan de los Donald, señores de las Islas del Noroeste escocés. Nos conocimos despacio, con respeto mútuo, para ir poco a poco intimando hasta caernos bien y hacernos tan amigos como para darme ganas de vestir el tartán verde que identifica a la familia.

Después de la agradable velada, sólo quedaba esperar unas horas para finalizar la prueba de fuego, que como no podía ser de otra manera fue positiva. Me levanté tarde pero con todas mis condiciones físicas y mentales estables, sin resacas ni visitas nocturnas al escusado. Por todo esto, ratifico mi unión desinteresada y duradera al Clan Donald y a sus exquisitos productos, con el firme propósito de coincidir de nuevo lo antes posible.

Feliz año 2010 a tod@s.