Uno de los objetivos del viaje a Londres era visitar el British Museum para poder observar los enseres del mago John Dee. Sólo se pudo cubrir en parte esta misión ya que el más preciado de los objetos, el espejo negro, había sido prestado a New Haven, así que nos tuvimos que conformar con ver otros artilugios usados por este inquietante personaje en sabe Dios qué oscuros rituales.
Dee fue un gran astrónomo, matemático y navegante que se atrevió a cruzar al lado oscuro para obtener aún más conocimientos de los que ya poseía, esto le trajo más de un problema ya que fue acusado de brujería y oscurantismo, lo cual finalmente le llevó a la ruina.
Gozó de buena reputación durante el reinado de Isabel I, de la que fue astrónomo particular. Incluso se comenta que fue el causante de las tormentas que destruyeron a la Armada Invencible. Su afán de saber lo condujo hacía la compañía de Edward Kelley, un personaje de dudosa reputación que presumía de ser alquimista y poder contactar con los espíritus. Juntos y probablemente usando los objetos de las fotografías, incluído el espejo negro, se dedicaron a realizar sesiones de comunicación con el otro lado, con lo que Dee creía que eran ángeles y sus detractores espíritus malignos, utilizando en muchas de ellas el lenguaje enoquiano.
Un personaje lleno de misterio que aún a día de hoy sigue siendo objeto de numerosas disquisiciones con partidarios a favor y en contra, y que seguro seguirá siéndolo porque está relacionado con multitud de situaciones extrañas sin esclarecer todavía.
Mr,Gibson, la desaparición del espejo negro le obliga a perseguirlo por todo el mundo. Ya nos dirá cuando lo encuentre si también usted puede convocar a los vientos, desatar tormentas marinas, o hacer aparecer sirenas de las aguas.
ResponderEliminarMisserre.