Novela o mejor relato corto, fue precisamente su tamaño el que me impulsó a leerla, ya que era perfecta para llevarla a la playa durante el exilio vacacional. Al final, entre pitos y flautas, apenas leí unas veinte páginas y la terminé ayer, ya de vuelta en el home sweet home.
Una joven periodista en prácticas en el periódico local de la poco concurrida isla de Moose-Lookit (costa de Maine), tiene como tutores a dos viejos, pero viejos de verdad, periodistas que para convencerla de que se quede a trabajar con ellos le cuentan esta historia de misterio que ocurrió por aquellos lares.
Un buen ejemplo de como colocar una novelilla sin final gracias a que el autor se llama Esteban Rey, que si no, no la publica ni el gato.
Un buen ejemplo de como colocar una novelilla sin final gracias a que el autor se llama Esteban Rey, que si no, no la publica ni el gato.
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