Cuando el otro día oí meter la pata a Obama al hablar del ejemplo de convivencia entre culturas en la Córdoba de Al-Andalus en tiempos de la inquisición, no tuve más remedio que acordarme de este gran libro que trata de aquella época.
Buen momento para las artes fueron aquellos años en los que floreció el califato de Córdoba, con grandes hombres sabios, grandes bibliotecas y ciudades de ensueño como Medina Azahara. Lástima que por las guerras de religión todo se fuera al traste y mucha de aquella sabiduría acabara devorada por el fuego.
Si Obama se hubiera leído este libro, no habría confundido el anacronismo de Al-Andalus con el de la inquisición, y además habría pasado un gran rato recorriendo la península ibérica y el norte de Europa acompañando al Mozárabe en sus tribulaciones.
Si Obama se hubiera leído este libro, no habría confundido el anacronismo de Al-Andalus con el de la inquisición, y además habría pasado un gran rato recorriendo la península ibérica y el norte de Europa acompañando al Mozárabe en sus tribulaciones.
Me gustó el libro,nos muestra como un dirigente sabio con una mente abierta se molesta en conocer una cultura muy diferente a la suya, la respeta, logrando la convivencia entre ambas culturas
ResponderEliminarMrs.G